Puerto del Rosario, 1 de febrero de 2019.- El presidente
de la patronal turística de Fuerteventura, Antonio Hormiga,
muestra su “gran preocupación” por la cantidad de denuncias que
acumula el Hotel Mirador de Lobos, ubicado en Corralejo, por
parte de empleados y ex trabajadores que han acudido a la
justicia para recuperar las cantidades que la empresa les adeuda
por impagos y retrasos en las nóminas y finiquitos.
A pesar de haber cambiado recientemente su nombre de
marca por The View, el establecimiento no puede limpiar “la
mala imagen que su pésima gestión está provocando no solo a
nivel de visitantes sino del sector”, señala el presidente de
Asofuer. Las denuncias se cuentan por centenares y la situación
afecta a numerosas familias que dependen de su trabajo en el
hotel para continuar adelante y que, a pesar de no estar
cobrando, continúan prestando sus servicios “por pura necesidad
y con la esperanza de ver remunerada su labor”.
Hormiga advierte de que la situación está haciendo mella
entre el personal del hotel perjudicando, incluso, a su salud.
Me consta, insiste, en que “son muchas” las personas que sufren
ataques de ansiedad o están siendo tratadas a nivel psicológico
por la inseguridad que les está generando esta forma de operar
“negligente y temeraria”.
Se da la circunstancia, además, de que ante los juicios
entablados el empresario titular no acude habitualmente ni se
defiende procesalmente en los juicios que contra él se están
celebrando en Fuerteventura. Es su modus operandi,
insiste Hormiga, “aunque las resoluciones judiciales sean en su
contra, no se abonan y los empleados acaban cobrando del Fogasa
(Fondo de Garantía Salarial); dicho de otra manera, su deuda la
pagamos todos con nuestros impuestos”.
A pesar de ello, Hormiga insta a todas las personas que
trabajen o hayan trabajado para ese establecimiento y sus
empresas y tengan cuentas pendientes a que acudan a la justicia
porque es, insiste, la única manera de que este tipo de
actuaciones irregulares e ilegales se paralicen, evitando
prácticas no deseadas en el sector "a costa del sufrimiento de
los demás y perjudicando gravemente la imagen del sector y de
quienes apostamos por él”.
Hormiga confía en que la labor que están haciendo en
esta línea también las instituciones tengan sus frutos “y
podamos poner fin a esta forma de gestión que perjudica la
imagen de un sector".