Puerto del Rosario,
19 de
octubre.- La patronal turística de Fuerteventura, Asofuer,
critica con dureza
el estancamiento y la parálisis en la que se encuentra el Plan
de
Modernización, Mejora e incremento de la competitividad en
Costa Calma.
El presidente de la entidad, Antonio Hormiga, denuncia que es
“absolutamente
lamentable” que tanto Gesplan como el Gobierno de Canarias
“hayan tirado la
toalla en Costa Calma y hayan devuelto, además, la
responsabilidad de aprobar
el PGOU de Pájara al Ayuntamiento después de diez años de
inacción”.
Hormiga insistió en la
“dramática
situación” de Costa Calma, con un plan “que lleva estancado
una década y con
una situación a nivel de oferta alojativa, muy delicada, que
perjudica
gravemente a los trabajadores de los establecimientos sobre
los que pesa orden
de precinto, y, a la imagen del destino”.
Antonio Hormiga exigió
al Gobierno “mano
firme para poner orden y evitar que haya empresarios que le
tomen el pelo”
porque, de lo contrario, afirma “esta zona puede quedarse
obsoleta provocando
un gran desequilibrio entre el norte y el sur de la isla”.
En
este contexto
defendió la labor de los empresarios “que sí están haciendo
los deberes y
cumpliendo con sus obligaciones además de ofrecerse para
financiar parte de las
obras en lugares públicos en aras a mejorar el entorno del
destino”.
Asimismo,
manifestó la urgencia de poner en valor y mejorar toda la zona
de Butihondo “uno
de los mejores enclaves de toda la isla y que está hecho una
pena”. Preocupa
especialmente a la patronal el estado de abandono en el que se
encuentra ya
que, a juicio del presidente de Asofuer, “parece un destino
tercermundista que
contrasta enormemente con la imagen de calidad que queremos
promocionar para
ser realmente competitivos en un entorno muy cambiante en el
que nuestros
competidores directos están ofreciendo mucha calidad a precios
muy bajos”.
Por otro lado, el
presidente de la
patronal animó al Ayuntamiento de Pájara a aprobar con
celeridad el Plan
General de Ordenación Urbana “que también ha estado paralizado
durante una
década en manos del Gobierno y ahora ha pasado otra vez al
Ayuntamiento”. El
PGOU, concluyó, “es imprescindible para marcar el desarrollo
del
municipio y dar garantías a los inversores que quieren apostar
por la zona”.