Fuerteventura.- Familias del municipio acogen a niños y niñas saharauis, dentro del
total de 450 que pasan este verano en las islas Canarias
La Oliva, a 26 de julio de 2019. El
Ayuntamiento de La Oliva recibió esta mañana a los niños y niñas del programa Vacaciones
en Paz en Fuerteventura, que cumple este año su 40 aniversario, y gracias al
cual unos 450 niños y niñas saharauis pasan este verano en las islas Canarias.
Reiterando el
Gobierno en la institución municipal su apoyo a la causa, varios concejales desearon
esta mañana una feliz estancia a los niños saharauis, y agradecieron la labor
que realizan el Frente Polisario y la asociación Sahara Fuerte, delegación de ACAPS
(Asociación Canaria de Amistad con el Pueblo Saharaui).
En especial,
el alcalde de La Oliva, Isaí Blanco, reconoció "el compromiso de las familias
de La Oliva que acogen en sus casas a estos niños y niñas, y que gracias a ello
pueden pasar el verano sin sufrir las temperaturas de hasta 50 grados que se
alcanzan en los campamentos de refugiados de Tinduf. Además, este programa es
clave para integrar a ambas culturas, y compartir y difundir una causa justa como
es el derecho de autodeterminación del pueblo sahararui".
Reivindicaciones por los derechos saharauis
El
representante del Polisario en Fuerteventura, Mohammed Ali Larbi, aprovechó su
recibimiento en el Ayuntamiento de La Oliva para denunciar las "violaciones
sistemáticas de los derechos humanos en los territorios ocupados".
En este
sentido, lamentó la muerte hace unos días de una joven estudiante en El Aaiún,
como consecuencia de las cargas policiales de las fuerzas antidisturbios
marroquíes, durante la celebración en la ciudad de la victoria de Argelia en la
Copa de África de Naciones.
Larbi anunció
la próxima visita a Canarias de la afamada activista Aminatou Haidar, y recordó
una vez más la situación irregular de los acuerdos de pesca entre la Unión
Europea y Marruecos, pues la soberanía en el banco Canario Sahariano
corresponde a Sahara Occidental, según sentencia del TJUE.
También
denunció la explotación ilícita por parte de las autoridades marroquíes de los
recursos naturales del Sahara Occidental, la violación de su espacio aéreo, y
la represión contra la población saharaui residente en los territorios ocupados.