Fuerteventura.-Catedrático de Patología Animal de la ULPGC, Antonio Fernández, en “Jornadas Cima sobre el cambio climático”

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"Fuerteventura tiene la suerte de contar con una moratoria antisonar desde 2004, impidiendo varamientos masivos" 

El catedrático de Patología Animal de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Antonio Fernández, ha alertado hoy durante las Jornadas Clima sobre el Cambio Climático, organizadas por la Consejería de Medio Ambiente, Cambio Climático, Economía Circular e I_D_i, a través de la Reserva de la Biosfera de Fuerteventura, de cómo el calentamiento de los océanos está produciendo que determinadas especies de cetáceos se muden de sus hábitats, una mudanza que fomenta contactos con otros mamíferos marinos, propiciando la trasmisión de nuevas enfermedades.

El director del Instituto de Sanidad Animal de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Antonio Fernández, puso como ejemplo un estudio liderado por la Universidad de California en Davis (Estados Unidos), y publicado en la revista Scientific Reports, donde se explica cómo la pérdida de hielo marino en el Ártico facilita la dispersión de un virus mortal que facilita la transmisión de enfermedades en mamíferos marinos en el Pacífico Norte, como leones marinos, focas y nutrias.

El catedrático explicó, durante su intervención, cómo el cambio global está afectando a la fauna marina, en concreto los cetáceos, un comportamiento que analiza desde la perspectiva de las ciencias veterinarias marinas, tanto en lo relacionado con agentes patógenos o a través del impacto que están teniendo sobre ellos las actividades humanas.

Fernández reconoció la suerte de Fuerteventura, donde un  acuerdo permitió llevar a efecto una moratoria antisonar en 2004, después de que dos años antes se produjera el varamiento de 14 zifios en la isla mientras se realizaban maniobras militares. “Esto ha permitido que la isla sea hoy un ejemplo mundial de éxito, puesto que al no haber sonar, no hay varamientos masivos”, destacó.

Sin embargo, hay una serie de actividades que “al ir intensificándose en el contexto del desarrollo, como el transporte y la movilidad, ha hecho que las colisiones de los grandes cetáceos se hayan convertido en un problema, al igual que la necesidad de regulación de avistamiento de cetáceos, como actividad turística”.

Desde el punto de vista de la seguridad alimentaria, Fernández también resaltó la presencia de biotóxinas en el pescado, algo que “debe ser sometido al control antes de ir al consumo, para evitar problemas de salud humana, como es el caso de la ciguatera”.

El profesor universitario destacó el papel que tiene el Instituto Universitario de Sanidad Animal y Seguridad Alimentaria (IUSA) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria como laboratorio oficial en Canarias para esta amenaza de la salud pública.

A lo largo de la mañana, han continuado las intervenciones de los ponentes invitados a las jornadas. El profesor e investigador del Instituto Universitario de Investigación Social y Turismo, Agustín Santana, impartió la charla  “Gestiones de huella económica y resiliencias en islas turísticas” mientras que el doctor en Biología, Arnoldo Santos, centró su charla en la flora y la vegetación canaria ante el cambio climático.