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Se colocará una
barrera flotante y se reforzarán los amarres en cuanto las condiciones del mar
lo permitan
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Dos
embarcaciones han roto sus cabos y están a la deriva dentro del muelle
El Comité Asesor el Plan Específico de Contingencias por Contaminación
Marina Accidental (PECMAR) ha fijado, en la reunión mantenida a primera hora de
esta tarde, las medidas inmediatas a tomar ante el hundimiento de una
embarcación en el Muelle de Gran Tarajal, en Tuineje, Fuerteventura.
Los
representantes de todas las administraciones implicadas y los técnicos han concluido
que, por el momento, y ante el mal estado del mar, solo se puede actuar para
minimizar los posibles daños y para garantizar la seguridad de las personas.
Según los datos aportados por Puertos Canarios, las nueve embarcaciones que
se encuentran en el muelle, incluida la gabarra hundida, suman un total de
147.000 litros de combustible. Ninguna de ellas está vertiendo al mar. Sin
embargo, para evitar el riesgo de contaminación ante un posible vertido, se
desplegará en el muelle una barrera de contención flotante en cuanto la
condición del mar lo permita.
El Cabildo de Fuerteventura ha instalado un Puesto de Mando Avanzado en las
cercanías del muelle, en contacto permanente con el Centro Coordinador del
1-1-2. Desde allí, los técnicos insulares, personal de Puertos Canarios y
representantes de la empresa consignataria propietaria de la embarcación
coordinan todos los trabajos a desarrollar.
El Comité ha decidido que las labores para reflotar la embarcación hundida
no se acometerán hasta que se den las condiciones de seguridad necesarias. La
situación en estos momentos apunta a que no será posible antes de mañana.
Esta mañana, uno de los remolcadores rompía todas sus amarras y quedaba
varado en la rampa del muelle. Esta tarde se ha producido la rotura de cabos de
otra de las embarcaciones atracadas en el muelle, que ha quedado igualmente a
la deriva. Otra de ellas, que permanece amarrada, presenta una vía de agua.
Puertos Canarios ha aumentado el personal técnico para garantizar el
refuerzo de lo amarres de todos los barcos en cuanto el estado del mar permita
acometer esta tarea con seguridad para los trabajadores.
Por otro lado, dos remolcadores –uno de Salvamento Marítimo y otro de la
empresa consignataria- se encuentran a las afueras del muelle esperando a que
se den las condiciones favorables para entrar y colaborar en las tareas para
asegurar todas las embarcaciones.