El presidente del Cabildo de Fuerteventura, Blas Acosta, anunció este lunes la llegada para este miércoles 1 de Abril de 50.000 tests PCR, los más fiables, a la isla de Fuerteventura, así como la compra por parte de la entidad insular de 6.000 hisopos nasofaríngeos para facilitar pruebas diagnósticas rápidas, que serán entregados al Hospital General de Fuerteventura.
Los 50.000 tests PCR, de gran fiabilidad, llegan tras el trabajo de coordinación realizado entre el Cabildo majorero y el Gobierno de Canarias para garantizar el stock de material sanitario en la isla de Fuerteventura para atender las incidencias provocadas por el Covid-19.
Una incidencias sanitarias que hasta ahora no han superado las previsiones menos optimistas que desde el primer minuto realizó la institución insular,que ha preparado la respuesta de la isla a escenarios más graves con el coronoavirus de los que a día de hoy se han producido. “Francamente, y dentro de la debida cautela, los de Fuerteventura no son datos malos”, valoró el presidente, quien llamó a no bajar la guardia en ningún caso y tomarse “muy en serio” las restricciones para no tener que alargar esta situación de excepcionalidad.
En lo que lleva activo el Estado de Alarma, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han levantado más de 200 actas de sanciones en la isla de Fuerteventura, razón por la que el presidente insular lanzó un mensaje a quienes no respetan las normas de confinamiento o buscan excusas para saltárselas. “A todas esas personas, ya no voy a pedirles que lo hagan por el bien de los demás si no quieren: quédense en casa, aunque solo sea por su propio bien”, afirmó.
Ante el aumento de las restricciones aprobado por el Gobierno central a nivel general a partir de este lunes 30, el presidente insular garantizó que toda gestión del Cabildo de Fuerteventura que se venía realizando en estas semanas “se considera servicios esenciales”, por lo que el Cabildo continuará prestando sus servicios como hasta ahora.
El presidente insular dedicó unas palabras a “todas aquellas personas que han perdido a alguien”, no necesariamente por coronavirus, “y no han podido ni velar ni despedirse debidamente” de sus seres queridos a causa de las restricciones, así como “aquellas que de manera altruista están colaborando para ayudar a los demás” como es el caso del grupo de impresores 3D que fabrican viseras de protección desde sus casas y que ya han producido cerca de 500 unidades, a razón de unas 100 al día.