La alcaldesa de Tuineje, Esther Hernández, sale al paso de las acusaciones de quienes la acusan de promover, por propio interés, la moción de censura contra la nacionalista Candelaria Umpiérrez , asegurando que “podría haber sido alcaldesa de Tuineje en la misma noche electoral” con el apoyo de sus actuales socios de gobierno, PSOE y AMF.
Sin embargo decidió pactar con Coalición Canaria y ahora, con el tiempo, considera que fue “un gran error porque no han cambiado”.
En sus escasos meses de alianza con quienes fueron sus socios de gobierno, Esther Hernández asegura que los nacionalistas no cumplieron con el pacto suscrito entre ambos en relación a temas tan destacados como la aprobación de la Relación de Puestos de Trabajo de la corporación, el muelle de Gran Tarajal o el Plan General que la alcaldesa opina debe suponer el desarrollo sostenible del municipio, la diversificación de la economía, la generación de riqueza y la apuesta por un mayor perfil turístico con la construcción de dos hoteles en la zona.
Tampoco, insiste, facilitaron las relaciones con el Cabildo de Fuerteventura, según explica, y advierte de que “Tuineje no va a apoyar la guerra de Coalición Canaria”. Una formación que, denuncia, “no se siente traicionada sino que se sienten robados porque creen que las instituciones públicas les pertenecen”.
Tras reconocer haber estado sometida a una gran presión hasta hacerse efectiva la moción de censura que la ha convertido en regidora, confiesa que ahora se siente satisfecha porque ser alcaldesa “es el mayor orgullo”. En esta línea, defiende que será una alcaldesa “reivindicativa, valiente y voy a dar la cara por el municipio”. Además, confía en que pueda retomarse el diálogo con el Partido Popular y evitar su expulsión y la de sus concejales de la formación aunque, desvela, no mantiene a día de hoy ningún contacto.
