Fuerteventura.- Gobierno Canarias concede a la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer ayuda de 164.367 euros para su centro de día

Consejo de Gobierno


El Gobierno de Canarias ha autorizado hoy en Consejo de Gobierno a la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer y otras Demencias de Lanzarote y Fuerteventura una subvención para cubrir parte de de los gastos que se deriven de la ejecución del programa para la prestación de servicio a personas a personas en situación de dependencia “Mirando por ti”, cuya cuantía asciende a 164.367,12 euros.

El proyecto “Mirando por ti” está dirigido a personas mayores dependientes, afectadas en distintos grados por la enfermedad de Alzheimer, otras demencias o deterioro cognitivo, junto con sus familiares, y/o cuidadores.

Su ámbito de actuación engloba todo el territorio isleño, centrándose progresivamente en cinco zonas estratégicas, Puerto del Rosario, Corralejo, Morro Jable, Antigua y Gran Tarajal.

Para ello se utilizan las infraestructuras ya existentes, para implantar y distribuir un número suficiente de plazas en cinco instalaciones, centros de día de personas mayores, mediante la utilización, en uso compartido, de estos establecimientos, rentabilizando los espacios y efectivos insulares propios, conformando de esta manera zonas específicas para mayores dependientes, en los inmuebles de propiedad de la Administración Pública, en colaboración con el Cabildo de Fuerteventura

El objetivo del proyecto es la atención diurna, en horario de 9.00 a 13.00 horas de lunes a viernes, de personas mayores dependientes, con deterioro cognitivo, preferentemente afectadas en distintos grados por la enfermedad de Alzheimer u otras demencias, a fin de mantener o mejorar su nivel de autonomía personal y apoyar a las familias o cuidadores facilitando un respiro familiar y la permanencia de la persona usuaria, en el entorno habitual de vida.

Esta iniciativa constituye un recurso sociosanitario fundamental, inexistente en la isla, destinado a prestar atención profesional a las necesidades básicas, terapéuticas y socioculturales de los beneficiarios, ofreciendo un programa de actividades terapéuticas especializadas, en función al número de usuarios y el grado de deterioro cognitivo que presenten, todo ello, con el objetivo de fomentar en el mayor grado posible  su independencia y  autonomía personal, ralentizando el proceso de envejecimiento y evolución propia de la enfermedad, en la medida de sus posibilidades.