Fuerteventura.- Gobierno de Canarias declara Bien de Interés Cultural la Iglesia de Santa María de Betancuria

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  • Esta declaración cuenta con el informe favorable de la Universidad de La Laguna, la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y la Real Academia de Bellas Artes de San Miguel de Arcángel


El Gobierno de Canarias ha declarado este lunes Bien de Interés Cultural (BIC), con categoría de Monumento, a la Iglesia de Santa María de Betancuria situada en el término municipal de Betancuria (Fuerteventura), vinculando sus bienes muebles y delimitando su entorno de protección.
En este sentido, la Ley de Patrimonio Histórico de Canarias define la categoría de Monumento como “los bienes que constituyen realizaciones arquitectónicas o de ingeniería, u obras singulares de escultura, siempre que sobresalgan por su valor arquitectónico, técnico, histórico, artístico, científico o social”.

La Iglesia de Santa María de Betancuria se encuentra emplazada en el centro del casco histórico de la Villa de Santa María de Betancuria, dentro del Conjunto Histórico de Betancuria, declarado como tal por Real Decreto 3086/1978, de 10 de noviembre, por el que se declara conjunto histórico-artístico la villa de Betancuria.

El entorno de protección se extiende al espacio contiguo al edificio del templo por todos sus lados. La delimitación realizada se justifica por la finalidad de preservar dicho entorno contiguo, conformado por las calles aledañas y la plaza, de futuras afecciones derivadas de obras o transformaciones físicas de este espacio que puedan generar impactos negativos directos al inmueble, o que impidan su contemplación y estudio.

Las edificaciones situadas fuera de la delimitación del entorno de protección forman parte del Conjunto Histórico y gozan de protección integral en el PEP (Plan Especial de Protección), que establece como intervenciones permitidas sólo las de consolidación, conservación y restauración, que contribuyen a la preservación de la imagen del Conjunto Histórico.

En el interior del templo se encuentran los bienes muebles vinculados a su historia, bien porque fueron creados para su ubicación en el mismo o bien porque fueron incorporados a él como consecuencia del cierre de la Iglesia Conventual de San Francisco y la Ermita de San Diego de Betancuria. Entre ellos, destacan numerosas obras escultóricas, pictóricas y retablos.

Breve historia de la Iglesia de Betancuria

A comienzos del siglo XV, los conquistadores levantaron un sencillo oratorio donde poder cumplir con los preceptos religiosos. Esta primera capilla fue sustituida hacia el año 1410 por un nuevo templo mandado a construir por el conquistador Jean de Bethencourt, encargándose de las obras el maestro Jean le Maçon.

Esta iglesia debió levantarse siguiendo los modos de construir de las áreas de procedencia de los artífices que se encargaron de la obra, adaptándolos a las características y materiales de la zona. En el año 1593 fue destruida por los piratas berberiscos, capitaneados por Xabán Arráez, que arrasaron la villa de Betancuria.

El templo fue sede del Obispado de Fuerteventura, creado en 1424 y suprimido en 1430, por lo que conserva, tanto en la portada principal como en el interior, los símbolos del episcopado.
Fue asimismo sede de la parroquia única de la Isla hasta el año 1792, cuando se produjo la división parroquial de Fuerteventura, aunque desde 1711 comenzaron a funcionar las ayudas de la Parroquia de Pájara (Nuestra Señora de Regla) y La Oliva (Nuestra Señora de la Candelaria), creadas desde 1708, para una mejor atención pastoral de los fieles, como sufragáneas de la parroquia única de Betancuria.