María Clemencia Ruiz Rodríguez (Antigua), Luz Marina Padilla Ruiz
(Betancuria), Antonia Morera Rodríguez (La Oliva), María Pérez Saavedra (Pájara),
María de la Encarnación Castañeyra de la Fe (Puerto del Rosario), y Dolores
Torres de Vera (Tuineje), recibieron hoy, martes, 8 de marzo, un reconocimiento
del Cabildo de Fuerteventura con motivo del Día Internacional de la Mujer por
su trayectoria personal y profesional.
Los 'Premios Isla de Fuerteventura:
Mujeres que cuentan' fueron entregados por representantes de cada uno de los
seis ayuntamientos de la Isla a las homenajeadas en un acto que se celebró en
el Salón de Plenos de la Corporación insular y que fue presidido por el
presidente del Cabildo, Marcial Morales. Asistieron las consejeras de Igualdad
y de Bienestar Social, Yanira Domínguez y Rosa Delia Rodríguez,
respectivamente, así como los portavoces de los distintos grupos políticos con
representación en la Corporación insular, de cada uno de los seis ayuntamientos
y de asociaciones.
Por su parte, Lorenza Machín Alarcón, recibió el Premio Isla de
Fuerteventura: Mujeres que cuentan' otorgado por el Cabildo de la mano de las
consejeras Yanira Domínguez y Rosa Delia Rodríguez.
"Estamos aquí con la lucha de colectivos, asociaciones y técnicos que
se esfuerzan diariamente por esta noble causa de la lucha por los derechos de
la mujer. Estamos aquí con mujeres silenciosas que sustentan hogares y
empresas. Todos añoramos con que el ocho de marzo sea una fiesta", aseguró
en un momento de su intervención el presidente del Cabildo, Marcial Morales.
Durante el acto, la Corporación insular entregó a Anthony Gabriel Braggio
de León, alumno de cuarto de la ESO en el CEO Puerto Cabra, el premio al
Certamen Regálame una Historia, convocado por la Consejería de Igualdad.
Una vez finalizado el acto se izó la bandera que conmemora el Día
Internacional de la Mujer en el exterior de la sede del Cabildo de
Fuerteventura.
Homenajeadas
A continuación incluimos una breve semblanza de cada una de las
homenajeadas:
Luz Marina Padilla Ruiz: Nacida en ‘Chilegua’, Municipio de Pájara, se
traslada a vivir a Gran Canaria con tan solo seis años. En Telde será donde
transcurra toda su infancia y parte de su juventud, época en la que empieza a
contribuir en actividades relacionadas con el mundo de la mujer. Participa
activamente en los talleres que desarrolla la casa de la Mujer “Isadora Duncan”
mientras recibe formación en este campo. Como miembro del colectivo NEYGÀ,
realiza labores solidarias en barrios marginados del Municipio de Telde, como
Las Remudas, donde reside junto a su familia. Se vuelca con las mujeres
marcadas por el mundo de la droga, y logra formar un lugar de encuentro para
todas ellas, al tiempo que les abre una salida en la mundo laboral a través del
taller “Entretejiendo hebras”. Colabora también con la Asociación Canaria Amiga
del Pueblo Saharaui, en un encuentro con mujeres de los campamentos de
refugiados de Tinduf. Con NEYGÀ entra en el mundo del teatro y la danza
tradicional, considerándolas una forma de expresión y valoración como persona,
como mujer. Tras unos meses de formación en Madrid, regresa a Fuerteventura,
donde se asienta en el Valle de Santa Inés, lugar de origen de sus padres. Es
precisamente en la Isla donde, según reconoce, aparte de trabajar, encontrará
la brisa majorera que le inspira para crear y escribir.
María Encarnación Castañeyra de la Fe: Primera mujer licenciada en Derecho
en Fuerteventura, primera mujer que ejerce como juez en la Isla, primera mujer
Delegada de Sindicatos, primera mujer Consejera del Cabildo y primera mujer
canaria piloto deportivo. Cuenta con una dilatada trayectoria formativa y
profesional. Su entrega y determinación la convierten en una mujer avanzada a
su época, pionera en la conquista de parcelas sociales, políticas y formativas,
entonces socialmente fuera del alcance de las mujeres. En el ámbito político no
pierde de vista el sentido de Servicio
Público hacia la ciudadanía y a su querida Fuerteventura. Entre sus pasiones
figura el deporte, en el que ha destacado como practicante, profesora y
entrenadora. De forma altruista, entrenó a tres de los equipos que han hecho
historia en el deporte Femenino de Fuerteventura de Balón Volea: Ayoze, Guise y
Maxorata. Incansable, se dedicó al voluntariado en Cáritas Diocesana de Puerto
del Rosario y fue miembro del Club de Leones, llegando a recibir la Medalla de
Oro por su participación en la fiesta de la Banderita de la Cruz Roja Española.
En la actualidad, ya retirada del mundo laboral, lleva una vida activa junto a
su familia y amigos, y continúa desarrollando su formación, demostrando una vez
más, su ímpetu y consistencia como persona.
María Pérez Saavedra: Nacida en Cofete, en Pájara, pasó sus primeros años
de vida junto a su abuelo en dicha localidad sureña, hasta que con nueve años
tuvo su primer trabajo cuidando a un niño. Caminando o, a veces en burro, iba a
la escuela ubicada junto a la Iglesia pequeña de Morro Jable. Uno de sus
primeros trabajos lo desempeñó en la Casa de la Familia Winter, de quienes
guarda un buen recuerdo. Madre de cuatro hijos, dedicó veinticinco años de su
vida a trabajar en el sector de la hostelería. Destaca en ella su implicada
participación ciudadana. Así, en 1991 funda la Murga carnavalera ‘Las
Salpiconas’, que llegó a tener la consideración de ‘Afilarmócica’ durante tres
años consecutivos. Ella nunca deseó tal reconocimiento, pues como asegura, lo
que le entusiasmaba era participar dentro del ambiente carnavalero.
Coordinadora y directora hasta hace un par de años de la Murga del Centro de
Mayores de Pájara, cesó en sus funciones por motivos de salud, pero no pierde
el espíritu impetuoso que la caracteriza. Una mujer que, al margen de las
ayudas oficiales para favorecer la actividad laboral y empresarial, considera
que lo importante es la decisión y las ganas de trabajar para los demás, y que
con ello, es más que suficiente para lograr muchas metas en la vida.
María Clemencia Peña Rodríguez: Nacida en Valles de Ortega, en el municipio
de Antigua, encarna las virtudes de una mujer trabajadora y dedicada, que ha
vivido como muchas en el anonimato, haciendo de su forma de vivir su aportación
más valiosa a la sociedad. Madre de ocho hijos, realizó grandes esfuerzos para
educar y estirar el jornal que su marido traía puntualmente cada mes. Mujer
prudente donde las haya, no es persona que levante la voz o critique, ella
siempre aconseja a sus hijos y nietos que no se metan en asuntos ajenos, y que
no hagan nada de lo que puedan arrepentirse después. Nunca participó de una
manifestación, y en cambio forma parte de una historia escrita en silencio por
multitud de mujeres, consideradas un ejemplo de trabajo, sacrificio, carácter y
tesón. Celebra las libertades y derechos reconocidos en la actualidad a las
mujeres y condena la violencia de género, aunque sabe que es algo que siempre
ha existido pero que no era posible denunciar. Este año, Cita, como es
conocida, ha sido Reina del Carnaval de Antigua, y desde hace años canta,
primero en la Rondalla Montejanana y ahora en la Rondalla del Centro de Mayores
de Antigua. A pesar de sus talentos
artísticos, no deseaba ser artista, ya que con el trabajo en la casa ya era
suficiente. Desde los 10 años bajaba a la Fuentita cerca de Gran Tarajal a
recoger los tomates y amarrar los tomateros. Un ejemplo de fortaleza y
sacrificio el de una mujer que considera que ‘ha llegado el momento de que las
mujeres pongan los brazos en jarra y digan ya está bien’.
Antonia Morera Rodríguez: Nacida en el norte de Fuerteventura, vivió su
infancia en la costa de Majanicho junto a sus padres y sus seis hermanos, y muy
joven ayudó en las tareas domésticas y ejerció los oficios de pescadora,
marisquera y ganadera, a las que se dedicaba la familia para subsistir en
tiempos de escasez. Se trasladó a Corralejo en plena juventud y allí contrajo
matrimonio. Junto a su marido puso en marcha una tienda de ultramarinos y bar,
a la vez que se dedicó a la venta de pescado. Eran tiempos difíciles en un
pueblo donde escaseaban los recursos elementales, y la solidaridad se volvió
imprescindible para sobrellevar las dificultades. Fue un ejemplo, volcándose en
solventar las urgencias médicas de los vecinos, dada la falta de un servicio
sanitario en el pueblo. La “enfermera” de Corralejo, como la conocían en el
pueblo, se acercaba a las casas de los enfermos para suministrar los
medicamentos que los médicos recetaban, y cuando no, eran los vecinos los que
acudían a su tienda en busca de sus manos cariñosas. Es recordada también por
su habilidad para quitar dientes de leche a los niños del pueblo, quienes se
acercaban a su tienda donde ella lograba extraer la pieza dental sin que se
dieran cuenta. Forma parte del grupo de mujeres que encaraban las adversidades
con determinación, solidaridad, y responsabilidad, en un tiempo en el que la
necesidad sacó lo mejor de mujeres como la ‘enfermera’ de Corralejo.
Lorenza Machín Alarcón: Es una mujer valiente, sacrificada, defensora de
los derechos de las mujeres, y ante todo un ser humano libre. Con tan solo
nueve años recorría las calles de Puerto Cabras haciendo mandado y vendiendo
golosinas, y siendo ya adolescente se dedicó al cuidado de sus hermanos como si
fuera su propia madre. Con una inteligencia natural, descubrió las letras
gracias a Radio ECCA, y ya nunca paró de alimentar su curiosidad aprendiendo.
Luchadora por la Democracia en tiempos franquistas, fundadora de Comisiones
Obreras, en Fuerteventura, activista y guerrera por los derechos de las
obreras. Ha sido siempre una mujer con una mente abierta, con un espíritu
generoso, siempre del lado de los más débiles, de la naturaleza y de las
personas más vulnerables. Ha reivindicado los derechos LGTB pero, sobre todo,
ha sido un ejemplo de vida para las mujeres, un ejemplo como ser humano y un
gran ejemplo como individuo libre.