El Cabildo de Fuerteventura, a través de su Consejería de Medio Ambiente, ha iniciado una nueva campaña de protección y conservación de la pardela cenicienta (calonecrtis diomedea borealis), con un servicio de vigilancia, recogida y atención a las crías de esta especie de ave marina para su posterior liberación. La Unidad de Medio Ambiente pone en marcha cada año esta iniciativa, que se desarrollará hasta el próximo mes de noviembre.
La costa de Fuerteventura concentra importantes zonas de nidificación de pardelas. Durante la noche, los pollos abandonan el nido, orientados por la luna. La contaminación lumínica de las zonas urbanas deslumbra a estos animales, desviándolos de su ruta hacia el interior, provocando choques contra farolas, tendidos eléctricos e incluso atropellos. "Cuando chocan, caen contra el suelo, y aunque el ave no haya sufrido heridas, no son capaces de alzar el vuelo por sí solas", explica la consejera de Medio Ambiente, Natalia Évora.
En muchas ocasiones, esta labor de protección llega a su fin gracias a la ayuda y cooperación entre las Administraciones Públicas y otros organismos como la Agencia de Protección Civil, Cruz Roja, así como por la colaboración ciudadana.
La Consejería de Medio Ambiente señala que se ha informado sobre el inicio de esta campaña a todas estas autoridades colaboradoras, y se les ha proporcionado cajas especiales de fauna accidentada y además folletos informativos donde se recogen los números de teléfono donde el ciudadano puede dar aviso.
En el caso de encontrar un ejemplar accidentado, la Unidad de Medio Ambiente recomienda no administrar ningún tipo de alimento o líquido al animal, recogerlo con mucho cuidado, evitando hacerle daño, procurando no estropearle el plumaje ni causarle estrés.
El ejemplar debe ser introducido en una caja cerrada con buena ventilación, conservarla en un sitio tranquilo, evitando hacer ruido a su alrededor. Natalia Évora recuerda que el Cabildo "posee cajas de cartón diseñadas para este fin", y que en el caso de no disponer de ellas, "se recomienda coger una caja limpia, agujerearla para su ventilación y poner papel en el fondo para evitar que se estropee el plumaje".
Asimismo, es importante avisar lo antes posible al personal de Medio Ambiente responsable de su recogida y recuperación, para que ponga en marcha el dispositivo de actuación. Se recomienda llamar al 112 y facilitar toda aquella información que pueda a ayudar a tener previsto el material necesario para atender al animal. Además, resulta primordial que la persona que recoge al animal recopile la mayor información posible como lugar exacto de la recogida, circunstancias del hallazgo y fecha, entre otros.
En el caso de que el animal no presente heridas graves y el personal responsable no haya podido recogerlo, se puede conservar en una caja cerrada y ventilada, en una zona tranquila, hasta el día siguiente, o acercarse a la policía local o guardia civil más cercana y dejarla en depósito. "Aunque el animal parezca estar en buen estado, no será liberado sin la supervisión del personal de Medio Ambiente, y nunca hay que darle de comer o beber", recuerda Évora.
La pardela cenicienta está incluida en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Real Decreto 139/2011, de 4 de febrero, para el desarrollo del listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y del Catálogo Español de Especies Amenazadas (B.O.E. Nº 46, de 23/02/2011). A nivel europeo está incluida en el Anexo I de la Directiva 2009/147/CE del Parlamento Europeo y del Consejo, de 30 de noviembre de 2009, relativa a la conservación de las aves silvestres (DOUE nº L10, 7,25, de 26 de enero de 2010).