Fuerteventura: Medio Ambiente solicita colaboración ciudadana para eliminar el 'rabo de gato'

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La Consejería de Medio Ambiente del Cabildo de Fuerteventura, que dirige Natalia Évora, solicita la colaboración ciudadana para el desarrollo de una campaña destinada a frenar la propagación de del 'rabo de gato',  'rabogato' 'Pennisetum setaceum'. Se trata de una especie vegetal que se encuentra incluida en el Catálogo español de especies exóticas invasoras (BOE núm. 185, de 3 de agosto de 2013). Fuerteventura es una de las islas donde su control es aún abordable.

Para colaborar con la campaña se puede avisar sobre la localización de ejemplares de 'rabo de gato' en los teléfonos 928 861115, 928 533427 y 928 533922 (en horario de oficina) y en el 626982371 (mañana y tarde). La retirada de estos ejemplares se hace siguiendo un protocolo de actuación para evitar la propagación de semillas, también es necesario hacer un seguimiento en la zona meses después para asegurar que no vuelven a reproducirse.

Las especies exóticas invasoras constituyen una de las principales causas de pérdida de biodiversidad en el mundo, circunstancia que se agrava en las islas porque sus ecosistemas son más sencillos, vulnerables, y presentan un mayor número de endemismos (especies únicas en el mundo) y cuya pérdida es por lo tanto irrecuperable. La introducción de estas especies invasoras ocasiona graves perjuicios a la economía, especialmente a la producción agrícola, ganadera y forestal, e incluso alguna de ellas a la salud pública.

El rabo de gato se considera una de las especies exóticas invasoras más dañinas para el entorno natural y seminatural del archipiélago Canario. Su propagación ha sido muy veloz, ya que su introducción ornamental data de la década de los años 40 del siglo pasado habiendo logrado proliferar de tal manera, que en la actualidad ocupa más superficie en Canarias que los palmerales endémicos de palmera canaria. Rivaliza por el territorio y al ser más competitiva y desplazar a las especies nativas, produce alteraciones en los patrones de sucesión natural de la vegetación nativa. Su extensión llega desde suelos localizados a nivel del mar hasta los 1.000 metros de altura.

Puede describirse como una planta herbácea, perenne, densamente cespitosa, de hasta 1 m. de altura, con inflorescencias de aspecto plumoso, más o menos densa, de color blancuzco o púrpura violáceo, sus semillas conservan su capacidad de germinación durante más de seis años. Es resistente a los cortes, el pisoteo, al fuego y a muchos herbicidas.

El efecto de su inclusión en el Catálogo es la prohibición genérica de su posesión, transporte, tráfico y comercio de ejemplares vivos o muertos, de sus restos o propágulos, incluyendo el comercio exterior.

La prevención, la alerta temprana y la rápida actuación son la mejor estrategia para conseguir la erradicación de la especie en las islas donde su control es aún abordable, como es el caso de Fuerteventura.