Unas noventa personas llegaban ayer a Fuerteventura en dos pateras. A la espera de la apertura del CIE, prevista para finales de año, no quedan infraestructuras para acoger a los migrantes.
El ejército ha desmantelado el campamento organizado en Tefía, al que no se ha dado uso, y el albergue de Tefía y la Misión Cristiana Moderna están desbordadas.
Algunos de los migrantes están albergados en establecimientos hoteleros de la isla pero esta “no debe ser la solución” recalca el pastor.
A la espera de conocer qué ocurrirá con las 90 personas que arribaron ayer, una vez transcurridas las 72 horas y puestas en libertad, en la Misión “se han bloquedado un total de 700 metros cuadrados para dar la cobertura necesaria” porque “no pueden quedarse en la calle ni desatendidas”.