El viernes, 17 de junio, se inaugura esta exposición en La Oliva, Fuerteventura, resultado de su residencia
temporal en el espacio de producción artística del Centro de Arte La Regenta
Investigar
sobre las posibilidades y aportaciones estéticas de la pintura
empleando, entre otras cosas, tiempo, esfuerzo y paciencia, es el método
de Santiago Palenzuela en todos
sus años de trabajo creativo, convirtiéndose, como le gusta afirmar, en
un autor que se interesa más por "el cómo que por el qué", lo que le
permite transitar regularmente por nuevos derroteros expresivos para su
pintura. Así se podrá comprobar en la presentación
de su nueva serie, Pintura Cadáver (Odio sobre lienzo), desde mañana
viernes, 17 de junio al 10 de septiembre, en la Casa de los Coroneles, en La Oliva, Fuerteventura.
Dentro
de esa exploración constante, su obra se ha caracterizado por el
predominio de la materia y el aglutinamiento de las masas cromáticas
para crear retratos
y espacios interiores, siendo esta última Pintura Cadáver que se
presenta ahora, una evolución lógica; un paso más en el camino de su
coherente y sólida trayectoria. A través de su animalario particular, la
masa de óleo cobra si cabe, mayor protagonismo, transformando
sus cuadros en relieves pictóricos. En esa búsqueda de la
tridimensionalidad, el lienzo se transforma en metopa y la pintura -que
en ocasiones sobresale de los límites del cuadro recorre
circunvoluciones de frágiles hendiduras paralelas, conformando líneas
modeladas y pliegues cromáticos donde el óleo se convierte en el
tegumento perfecto que da forma a los animales representados.
Pájaros
muertos, conejos despellejados, reptiles sinuosos, liebres en extraños
escorzos o límpidos restos óseos conforman el universo particular en
esta nueva
serie del artista tinerfeño, que sigue el recorrido transitado
anteriormente por otros autores tan diversos como Durero, Giacomo Balla,
Franz Marc o Francis Bacon, que de manera puntual, no apreciaron
inconveniente en desarrollar sus aportaciones artísticas
a través de lo animalístico.
En
esta ocasión, Palenzuela los disecciona interpretando la forma mediante
un remodelado continuo, basado en un proceso creativo intenso y
permanente donde explora
de manera minuciosa los detalles, el movimiento y la perspectiva, en
una batalla contra el tiempo, alcanzando la imagen final después de
múltiples mutaciones.
Paradójicamente,
a pesar de que el artista actúe como un taxidermista que diseca sus
volúmenes y acumula sobre el lienzo grandes y pesadas masas poniendo en
cuestión
las leyes de la gravedad- también refleja la vida palpitante, la vida
de los ligamentos, de la piel, de las vísceras y de sus propias pinturas
que evolucionan como un ente autónomo, incluso después de su
realización.
Santiago Palenzuela. Santa Cruz de Tenerife, 1967
Licenciado
en BB.AA por la Universidad de La Laguna, busca desde sus inicios un
arte personal, principalmente a través de la pintura. Su trabajo se ha
mostrado
en exposiciones individuales en la galería Estudio Artízar, en la
galería Vegueta, en la Sala San Antonio Abad del CAAM, en el Gabinete
Literario de Las Palmas de GC, en el Cabrera Pinto de La Laguna y ha
participado en ARCO 2014 con la galería Torbandena
de Trieste.
También
ha participado en numerosas exposiciones colectivas en museos y centros
de arte como el CAAM, el TEA, el Centro de Arte Tomás y Valiente de
Fuenlabrada
y en los museos de la ciudad de Bratislava y Praga.
Su
obra se encuentra en colecciones públicas y privadas como las del CAAM,
el Gobierno de Canarias, TEA, etc. Asimismo, Palenzuela ha recibido
diversos premios
y reconocimientos como el Premio de pintura del Puerto de La luz y de
Las Palmas o el Premio Excelen de la Real Academia Canaria de Bellas
Artes San Miguel Arcángel