Sin ordenación territorial de los recursos energéticos y sus infraestructuras no hay futuro. En esa tesitura se encuentra hoy Fuerteventura y, a tenor de las resoluciones oficiales de la Consejería de Industria -a través de la Dirección General de Energía-, en esa situación seguiremos instalados.
Recientemente, la citada consejería del Gobierno de Canarias hacía un recorrido cronológico de la trayectoria de un expediente (el tan denostado Plan Territorial de Ordenación de las Infraestructuras Energéticas de la isla de Fuerteventura) en el que reconoce tácitamente su dejadez a la hora de agilizar dicha ordenación, pues establece "la caducidad del procedimiento de formulación" (BOC, 29-10-2010) del conocido como Plan Energético de Fuerteventura.
De entrada, dicha resolución incurre en un flagrante contradicción que resalta la desidia con la que está siendo tratado este asunto, pues cuando la propia resolución oficial declara en su título la caducidad del procedimiento (estipulado en 18 meses tras su inicio, datado el 11 de abril de 2008), en el propio texto (párrafo tercero) se asegura que "en la actualidad, el procedimiento de formulación del Plan Territorial Especial de Ordenación de Infraestructuras Energéticas de la isla de Fuerteventura aún no ha concluido", aún cuando han expirado los 18 meses del plazo máximo de tramitación.
Si no ha concluido, ¿qué es lo que se anuncia entonces? Si no ha concluido se está contraviniendo la legislación vigente referenciada en el Reglamento de Procedimientos de los Instrumentos de Ordenación del Sistema de Planeamientos de Canarias, y si ha concluido, la Dirección General de Energía está tardando en rectificar mediante la publicación de una nueva resolución admitiendo el error en su aseveración de la vigencia del procedimiento de formulación del Plan Energético.
Parece obvio, a la luz de lo que recoge la propia documentación oficial de la Consejería de Industria, que el Gobierno de Canarias no parece interesado en que Fuerteventura disponga de un Plan Energético territorializado.
La alternativa al desinterés es la desidia, pues no se entiende el reconocimiento en el Boletín Oficial de la expiración del plazo legal establecido para su tramitación. A todo esto, el Cabildo de Fuerteventura ha permanecido sospechosamente callado hasta el momento, con lo que se puede entender que tiene el mismo interés, es decir, ninguno, en que esta Isla disponga de un instrumento de ordenación territorial esencial para el futuro, como es el Plan Energético.