Finalmente ha sido Sirdo el nombre elegido por el 49% de las personas que
participaron en la elección, a través de internet, para el primer pollo de
guirre nacido en cautividad en Fuerteventura. De las 353 respuestas registradas,
el 36% eligió Tao y el 14,7% Fimapaire.
El presidente del Cabildo de
Fuerteventura, Marcial Morales, aseguró hoy, lunes, día 18 de julio, durante la
visita realizada a la Estación Biológica de La Oliva junto a la directora
general de Protección a la Naturaleza del Gobierno de Canarias, Sinesia Medina,
y la consejera de Medio Ambiente, Natalia Évora, que este pollo nacido el 15 de
junio pasado "se unirá a los 40 que han sido censados en esta temporada de
cría en libertad y que son el resultado de la aplicación de medidas de
protección".
Medina recordó que el guirre está dentro del catálogo español de especies
amenazadas y del catálogo canario de especies protegidas. "Quedan unos
poquitos guirres en Fuerteventura y Lanzarote y hay un plan para aumentar la
colonización de esta subespecie", argumentó. Destacó la colaboración entre
el Gobierno y el Cabildo de Fuerteventura para llevar a cabo este plan de
recuperación.
Évora dijo que "se ha hecho un trabajo importantísimo a partir del
proyecto Life del guirre. Estudiar la especie, ver cómo crece y ver cómo
evoluciona va a reportar resultados interesantes para que una especie que
estaba prácticamente en declive podamos conseguir su recuperación definitiva".
El guirre (Neophron percnopterus
majorensis) es una subespecie presente únicamente en las islas de Lanzarote
y Fuerteventura, catalogada “en peligro
de extinción” en el Catálogo Español de Especies Amenazadas y en el Catálogo
Canario de Especies Protegidas.
Hasta mediados del siglo XX, el guirre fue una especie relativamente común
que se distribuía en todas las islas de Canarias, aunque en La Palma y El
Hierro no se ha constatado su reproducción con total seguridad. A partir de ese
momento, el guirre experimentó un pronunciado declive en la mayor parte de las
islas, que relegó la población a Lanzarote, el islote de Alegranza y
fundamentalmente Fuerteventura.
Los principales factores de amenaza que han incidido negativamente sobre
esta especie es la mortalidad asociada a los tendidos eléctricos (electrocución
y enganche), el uso ilegal de venenos, la reducción de recursos tróficos
(escasez de alimentos), las molestias y modificación del hábitat, y por último,
la intoxicación por plomo.
En el año 2006, se aprobó el plan de recuperación para esta especie
(Decreto 183/2006, de 12 de diciembre) a
la vez que se desarrollaba el Proyecto LIFE04NAT/E/000067 “Conservación del
Guirre en ZEPAs de Fuerteventura” impulsado por el Cabildo de Fuerteventura, el
Gobierno de Canarias y ENDESA-UNELCO, lo que permitió reducir drásticamente las
causas de mortalidad y la incidencia negativa de los factores de amenaza que
afectaban a la población natural. A partir de ese momento la población de
guirres en Canarias ha experimentado un crecimiento continuo con una tasa anual
de crecimiento del 6,5%, de manrea que en el año 2015, la población total ya la
componían un total de 277 ejemplares (124 reproductores y 153 no reproductores)
y se localizaron un total de 62 territorios de nidificación (56 en
Fuerteventura y 6 en Lanzarote e islotes), frente a los 21 que existían en el
año 1998. También se ha observado que la tasa de crecimiento en mucho menor en
Lanzarote que en Fuerteventura.
Aunque la cría en cautividad no es una acción prioritaria para la mejora
del estado de conservación de la especie a la vista de cómo ha evolucionado la
población natural, sí se considera que puede contribuir a mejorar el
conocimiento de la especie y servir de complemento a las medidas de seguimiento
y conservación adoptadas en el medio natural.
La cría de ejemplares nacidos en cautividad en Fuerteventura ha sido
autorizada por la Viceconsejería de Medio Ambiente del Gobierno de Canarias en
el marco de las actuaciones previstas en el plan de recuperación aprobado en el
año 2006, y en concreto dentro de la Acción 5.11 (prioridad media), que tenía
por objeto la elaboración de un protocolo para determinar el papel de los
ejemplares irrecuperables y evaluar la viabilidad de la reproducción en
cautividad.