La falta de diagnóstico precoz, la falta de coordinación de la información digitalizada con los hospitales de referencia y la falta de derivación al Comité de Tumores acrecientan la angustia que vive el majorero Ricardo Manuel León García, aquejado de un cáncer de próstata a la espera de que lo reconozca un oncólog@.
En marzo de 2018 sus indicadores tumorales se disparaban y hacían presagiar la presencia de un cáncer que no ha sido diagnosticado hasta hace dos meses cuando se le practicó la biopsia.
La única solución que le ofrecen ahora es la de una intervención quirúrgica aunque sabe que en su caso también existe la alternativa de la radioterapia.
Una posibilidad que quiere contrastar con un especialista que no llega. Sin tratamiento por el momento, Ricardo cuenta con el apoyo de la asociación Salud y Sonrisas.
Un colectivo que resulta incómodo para las autoridades que gestionan el servicio público de Salud como reconoce Izaskun Núñez y que continuará ejerciendo su labor, en defensa del paciente, con independencia de quién gobierne.