En Fuerteventura con motivo del Día
Internacional de los Monumentos y Sitios, Antonio Domínguez y Carmela Aguiar
evocan el pasado del museo a los visitantes
Que el Centro de Interpretación Los Molinos,
en Tiscamanita, fue hace muchos años una vivienda en la que se realizaban,
puntualmente, bailes de cuerda o que un matrimonio venido desde Gran Canaria
vivió durante muchos años en el propio molino con sus once hijos son anécdotas
que pocas personas conocen hoy en día. Se trata de detalles que están en la
memoria de los mayores.
Con motivo de la celebración del Día Internacional de
los Monumentos y Sitios, han sido precisamente los mayores del municipio de
Tuineje los que han cobrado protagonismo ya que, como explicó Eva Somoza,
directora del Departamento de Educación y Difusión de la empresa Proasur, que
gestiona el Centro de Interpretación Los Molinos, el Museo de las Salinas del
Carmen y el Museo del Queso, “el lema de este año es el de los paisajes rurales
y, desde luego, las personas que han vivido en él son parte también de este
paisaje”.
El matrimonio formado por Antonio Domínguez y
Carmela Aguiar, ambos del Centro de Mayores de Tuineje, fue el encargado de
servir de guía a los grupos de visitantes que se acercaron esta mañana hasta
Tiscamanita. Él, panadero jubilado de Tuineje, explicó detalles del gremio como
la diferencia entre un molino y una molina, los diferentes tipos de harina que
se obtenían en función de cada una de las moliendas o cómo se transportaba de
un lado al otro el trigo que era cultivado en la isla.
Carmela Aguiar, por su parte, se encargó de
contar diferentes anécdotas acerca del inmueble en el que actualmente se
encuentra el museo, entre ellas la de sus antiguos moradores, dos hermanas y un
hermano, que establecieron allí su vivienda. “Compartían la cocina, pero no las
habitaciones; vivían por separado.
En una de ellas había costumbre de se hacer
las novenas y, como yo estaba muy vinculada a la iglesia, me invitaron a rezar
el rosario. Pero como había mucha gente, me dio vergüenza, baje la cabeza y no
lo recé. Al final tuvo que venir Roquito a rezarlo”.
Experiencias como la de hoy en el Centro de
Interpretación Los Molinos “no solo acercan de una forma más amena y personal
la historia de Fuerteventura”, señala la Concejala de Mayores del Ayuntamiento
de Tuineje, Lucía Cubas, “sino que nos permiten rescatar vivencias, costumbres
y personajes que, de otra manera, se perderían en el olvido. La labor de
nuestros mayores es fundamental en este sentido”.