Se ha armado un buen revuelo con el cierre de la
carretera de las dunas de Corralejo. Algo totalmente comprensible. A
todos nos encanta atravesar ese paisaje inigualable de contrastes
naturales sorprendentes y ya no lo podremos hacer.
Desde Podemos en el Cabildo siempre hemos defendido
la prioridad de conservar el paisaje dunar, así como su frágil
ecosistema de flora y fauna endémica. Todo ello sin dejar de
considerarlo un lugar indescriptible para el disfrute de turistas y
residentes.
Es cierto que la carretera no es la única amenaza al
Parque Natural. La entrada del flujo de arena se ve interrumpido por las
urbanizaciones y hoteles que se han construido en la entrada del
pueblo, algo a lo que también contribuirá el macroproyecto del nuevo
puerto.
Alarma la tremenda disminución de arena de las dunas en las
últimas décadas, hecho refutado por estudios del Instituto Oceanográfico
de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria o de Greenpeace quienes
catalogan a las Dunas de Corralejo como uno de los 14 espacios protegidos canarios más amenazados.
Cuando se propuso crear el tramo de autovía La
Caldereta-Corralejo, la condición fue que tras su apertura se produjese
el cierre del tramo que atraviesa el Parque Natural. Existe además un
plan específico para gestionar precisamente el uso y conservación del
área natural (PRUG 2006).
Esta norma, que ahora pretenden burlar
interesadamente, establece unas condiciones para asegurar el equilibrio entre la protección medioambiental y el disfrute del parque por la población.
Entre los requisitos se propone crear áreas de servicio al norte y sur,
puestos de la Cruz Roja, puntos de reciclaje y aparcamientos,
incluyendo la posibilidad de habilitar guaguas para ir a las playas
(siendo la propuesta de Podemos que sean gratuitas para residentes).
Este PRUG prevé también el establecimiento de distintas zonas según su fragilidad o especial necesidad de protección, en
esos casos su uso será diferente, habrá zonas para bicicleta,
senderismo y otras más limitadas en época de cría de las hubaras, por
ejemplo.
Este cierre temporal perpetrado por el Gobierno de
Coalición Canaria es una doble trampa. Primero, porque responde a las
necesidades particulares de una superproducción de Hollywood. Y
segundo, porque fue la propia consejera de Carreteras la que dijo que el
cierre era malo y que harían un estudio para demostrarlo. Es decir, un
estudio viciado dirigido a confirmar unas conclusiones previas.
El cierre se hace en agosto causando el mayor de los perjuicios a turistas y residentes. No
han puesto en marcha las condiciones anteriormente mencionadas del PRUG
y se han saltado el compromiso repetidamente suscrito con los vecinos y
vecinas de Parque Holandés y La Caleta, que siguen sin contar con un acceso directo a la autovía.
Este experimento será un desastre. Y es precisamente
lo que pretenden. No va a responder con datos certeros a una experiencia
real de lo que supondría el cierre definitivo porque faltan elementos
muy importantes. Sacar una conclusión de este cierre simulado sería un
error para justificar una decisión basada en intereses muy lejanos a la
protección del paisaje majorero.
Entendemos que la modificación de los
informes medioambientales han de responder únicamente a modificaciones
basadas en criterios medioambientales y no pueden responder a criterios de oportunidad, economía o a presiones de cadenas hoteleras y grandes empresarios.
Defendemos que la forma de solucionar esta situación
ha de pasar por un consenso con el pueblo, pero para ello es necesario
exponer toda la información y las alternativas previstas en la normativa
vigente. Lo que está haciendo el grupo de Gobierno es jugar una partida con las cartas marcadas.
El enfrentamiento horizontal es lo que hace fuertes a
los gobiernos de CC. Y mientras nos peleamos todos por algo en lo que
estamos de acuerdo, la pervivencia de las Dunas, se desvía la atención
de lo fundamental. Las formas son tan importantes como el fondo y eso en
política se sabe bien y se utiliza. Como ejemplo tenemos este cierre
simulado de la carretera de las dunas y la amenaza del asfaltado de las
playas de El Cotillo.
Búsqueda de equilibrio, protección medioambiental y
transparencia en las alternativas contempladas en la normativa,
facilitaría que el debate público se produjese de forma más objetiva
desembocando en una solución ideal en beneficio del objetivo común: la
perviviencia del irrepetible paisaje de las dunas de Corralejo.
Andrés Briansó, portavoz de Podemos en el Cabildo de Fuerteventura)