I LA VIDA Y OBRA DE JORGE SEMPRÚN EN TRES LIBROS: «Que nos quiten lo bailado», Fin de ‘El largo viaje’ y LOS LIBROS DE LA MEMORIA por Ángel Díaz Arenas

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Estos tres (3) libros y estudios críticos -que son lo más informativo y documentado posible (según las medidas personales)- sobre la existencia y obra de Jorge Semprún es, el primero de ellos, el titulado y ya editado (2009)


1. «Que nos quiten lo bailado».
Textos, vivencias y experiencias en la obra de Jorge Semprún, (Berlín, 2009). edition tranvía, págs. 160. ISBN. 978-3-938944-29-5, expresando su portada muy roja
, texto en el que están agrupados siete (7) escritos/capítulos diversos,
1. Jorge Semprún: vida, obra y méritos,
2. ‘Yo soy yo y mi circunstancia’. Johan Brouwer, Miguel de Unamuno, José Ortega y Gasset y Federico Sánchez,
3. Un amigo y dos libros,
4. Buchenwald, muertes paralelas y los niños judíos,
5. Tres destinos femeninos (Carola Neher, Margarete Buber-Neumann, Milena Jesenská),
6. Tres tumbas en recuerdo de tres grandes hombres y nombres: Manuel Azaña, Antonio Machado y Pablo Picasso y
7. Una turbia, una triste historia y una ‘Paloma’ de la muerte,
que muestran algo del devenir vivencial, escritural e histórico de este escritor. 

Pero lo común de estos textos es que cada uno de ellos y los siete juntos hacen transparente el quehacer literario y algunas facetas del devenir humano de Jorge Semprún.

 La meta principal de estos escritos es, entonces, rendir homenaje a una vida y sobre todo al posesor de una existencia que ha sido testigo ocular y actor activo de la historia europea del siglo XX. Recordemos lo que Le Nouvel Observateur (Magazinrundschau vom 23.03.2010: https://www.perlentaucher.de) escribió: «La suerte y la desgracia de Semprún es haber sido actor y espectador de los grandes momentos trágicos de este siglo.» 

Con la lectura de este libro pensamos que el lector llegará a obtener una idea bastante cabal y clara de la personalidad y forma escritural de Jorge Semprún porque conviene reconocer que la prosa de este intelectual representa algo bastante excepcional, único e insólito, ya que él trata temas ligados a vivencias personales que muy pocos pueden contar, a causa de que no han podido vivir y convivir experiencias tan fuera de lo común y excepcionales. 

Leamos lo que dice su real INTRODUCCIÓN (págs. 7-8) bajo el título «Que nos quiten lo bailado». Textos, vivencias y experiencias en la obra de Jorge Semprún están agrupados siete (7) relativamente breves escritos diversos, individuales y autónomos, –pero fuertemente unidos, enlazados y encadenados– que muestran algo del devenir vivencial, escritural e histórico de este escritor. 

Pero lo común de éstos es que cada uno de ellos y los siete juntos hacen transparente su quehacer (herramienta) literario y algunas facetas de su devenir humano y vivencial

Este aspecto razona, de algún modo, que representen un homenaje a los 85 años que este escritor cumplió el 10 de diciembre de 2008. Su meta principal es, entonces, rendir homenaje a una vida que no solamente ha superado airosamente la edad dicha, saltando incluso del siglo XX al XXI, sino y sobre todo al posesor de una existencia que ha sido testigo ocular y actor activo (actancial) de la historia europea del siglo que ya caducó. 

Recordemos y repitamos lo que Le Nouvel Observateur escribió en su día, y que Tusquets Editores recupera para presentar publicitariamente en 1998 la aparición de su Adiós, luz de veranos...

«La suerte y la desgracia de Semprún es haber sido actor y espectador de los grandes momentos trágicos de este siglo.»

 Siglo XX que, a decir verdad, no ha sido el más inocente y pobre en acontecimientos bélicos y tragedias en el transcurso de la Historia de la Humanidad. 


Es evidente que lo primordial de estas páginas es su concreción temática y valor informativo y divulgativo. Pero con su lectura pensamos que el lector llegará a obtener una idea bastante cabal y clara de la personalidad y forma escritural de Jorge Semprún, su obra, premios y otros méritos; y sobre todo aprenderá mucho de su reclusión forzada en el campo de concentración de Buchenwald y algunas de las experiencias allí vividas, convividas y posteriormente contadas. Porque conviene reconocer que la prosa de este intelectual representa –en el mundo hispano– algo bastante excepcional, único e insólito, ya que él trata temas ligados a vivencias personales que muy pocos pueden contar, a causa de que no han podido vivir y convivir experiencias tan fuera de lo común y excepcionales.

 Tengamos en cuenta lo que él mismo escribe en la página 373 de Aquel domingo (Tusquets), reflejando reminiscencias antiguas de olor manriqueño («Nuestras vidas son los ríos»): «Porque mi vida no es como un río, sobre todo como un río siempre diferente, nunca el mismo, en el que no se puede bañar uno dos veces: mi vida es continuamente lo ya visto, lo ya vivido, lo repetido, lo mismo hasta la saciedad, hasta convertirse en otro extraño, a fuerza de ser idéntico.»

 Y recordemos lo que Manuel (personaje-redactor) confiesa y proyecta en el segundo de sus libros, El desvanecimiento, en cuya página 18 leemos: 

«No tiene que hacer más esfuerzos, ya que su memoria está aún desparramada por el mundo, a su alrededor, en mil pedazos, pero sabe perfectamente que todos los pedazos […], en lo sucesivo, irán imbricándose lentamente los unos en los otros, que volverán a pegarse, que sólo hay que dejar tiempo al tiempo.» Las páginas que siguen nos hablan de textos, vivencias y experiencias y estamos seguros de que su lectura nos permitirá pegar algunos de esos ‹mil pedazos desparramados›, fijando y aferrando el ‹tiempo› atemporal en el papel. Siendo el segundo (2) de estos