La
diputada por Fuerteventura del Grupo Nacionalista Canario, Jana González, ha reclamado hoy a la
consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas del Gobierno de Canarias,
“que tome medidas inmediatas para apoyar al sector ganadero teniendo en cuenta
que las razas de cabra autóctonas como
la cabra majorera, la tinerfeña norte, tinerfeña sur y cabra palmera ya están
reconocidas como especies en peligro de extinción”.
Es
incomprensible que ante la crítica situación del sector agrario, agravada por
la irrupción de la pandemia del coronavirus, no se tomen las medidas necesarias
para que se puedan subvencionar estas razas que en el caso de Fuerteventura, su
cría y mantenimiento deben ser potenciadas para su supervivencia y de las
familias que viven de su explotación.
Cierto
es que estas razas fueron reconocidas en 2018
“y en ello se escuda la consejera para justificar su ausencia en las
ayudas correspondientes al Programa de Desarrollo Rural, cuando si existiera
voluntad podría realizar el cambio en el aplicativo, independientemente de la
Unión Europea”.
En
la Orden de 15 de septiembre de 2016, se
recoge como actuaciones subvencionables el mantenimiento de razas autóctonas en
riesgo de extinción, por lo que creemos necesario que se le aplique el derecho
de subvención, más teniendo en cuenta los efectos de la pandemia en este
sector, “sería una manera magnífica de contribuir a su subsistencia”,
apostilló.
Ayudar
a este sector en una isla que continuamente se ve relegada entre las
prioridades de esta Consejería de
Agricultura. De las líneas anunciadas de comercialización local del GMR
(Gestión del Medio Rural), solo la correspondiente al queso majorero tiene
cobertura, como la ha tenido antes de la crisis, “y para Fuerteventura no se
han creado nuevas que permitan incluir las numerosas producciones agrarias que
no se limitan solo a esta variedad de queso”.
Para
la diputada este compromiso del Gobierno de Canarias resulta pobre “cuando
hemos visto en estos meses de crisis sanitaria como se tiraban toneladas de
tomate por no tener opciones de venta en el mercado”, situación que se podía
haber evitado con una línea de comercialización de GMR.
El
argumento para no hacer nada no puede ser la constante alusión a la actividad
del anterior gobierno, porque si después de un año no se ha avanzado en esta
área, “el cambio del pacto de las flores no ha sido para mejor como podemos
constatar día a día”, concluyó.