Una sociedad sin su pueblo no tiene futuro, de ahí la importancia de la política municipal que estando a pie de calle con nuestros vecinos conoce y detecta de primera mano cuáles son las verdaderas necesidades y problemas a los que se enfrentan en el día a día. Nadie puede poner en duda la dimensión institucional del municipio como poder público en un Estado democrático.
De la composición total del gasto público nacional el 11% corresponde a las corporaciones locales.
Sería una irresponsabilidad no elegir como representantes públicos a personas honestas, y con las manos limpias, evitando los amiguismos y los dedazos.
La primera tarea del gobierno municipal debe ser generar confianza en el ciudadano y elaborar un Plan de Actuación Municipal en el que quede constancia de cómo se va a reinvertir en beneficio público los impuestos que con tanto sacrificio paga cada contribuyente.
Nuestros ciudadanos no entienden de colores políticos, pero sí de necesidades primarias como el acceso al trabajo, infraestructuras, educación, sanidad, cultura, etc., Por eso es cada vez más importante dejar a un lado los egos partidistas y actuar en beneficio de la sociedad imponiendo la capacidad de entendimiento, negociación y de consenso como valores prioritarios.
La política municipal diseñada así llegaría al ciudadano de una manera directa, comunicativa y alejada de pretensiones megalómanas del alcalde de turno. Para alcanzar el objetivo prioritario de mejorar la calidad de vida de la ciudadanía, deben formarse equipos de trabajo con todos los partidos.
Actualmente las estructuras jerárquicas de arriba hacia abajo de los partidos políticos están muy lejos de palpar la realidad que sufren y las soluciones que demandan nuestros ciudadanos.
Las instrucciones hacia los órganos jerárquicos superiores deberían emanar desde las entidades locales, proporcionando soluciones ajustadas a las verdaderas necesidades, y trabajar como un engranaje en sentido bidireccional.
como dijo Alexis de Tocqueville, «es en el municipio donde reside la fuerza de los pueblos libres. Sin instituciones municipales, una nación puede darse un Gobierno libre, pero no tendrá el espíritu de la libertad».
Por José Mnauel Quintana
Contigo Fuerteventura
En Puerto del Rosario a 15 de diciembre de 2022