La
diputada del Grupo Nacionalista Canario Lola García, planteó ayer en el
Pleno del Parlamento de Canarias la necesidad de avanzar en materia
educativa “hacia la diversidad afectivo-sexual en
el aula de manera normalizada. Hay que favorecer el respeto a las
diferencias afectivo-sexuales personales y familiares. Y prevenir el
acoso, el sexismo, el abuso sexual y la LGBT-fobias”.
Lola
García preguntó a la consejera de Educación y Universidades, Soledad
Monzón, sobre las acciones y proyectos que su departamento está haciendo
en este sentido. Defendió además la elaboración
de “materiales educativos que muestren la realidad LGTBI”, que incluyan
“modificaciones en los contenidos de libros de texto”, junto a
·unidades didácticas específicas, contenidos transversales y formación
específica para que los docentes puedan responder
mejor ante esta realidad social”.
La
diputada del Grupo Nacionalista Canario por Fuerteventura señaló que en
medio de las acciones que se vienen tomando para derogar buena parte de
la estructura de la LOMCE, “y que ya está teniendo
sus primeros resultados con las reválidas, conviene que no olvidemos lo
que implicó la Ley educativa del PP sobre la diversidad”.
En opinión de Lola García, la estrategia
política del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte “se dirigió
hacia la eliminación de la diversidad como elemento crucial para
profundizar en la igualdad entre las personas independientemente
de su procedencia, color de piel, sexo, orientación sexual e identidad
de género”.
El Ministerio impuso en la LOMCE la
ocultación e invisibilización de la diversidad “y con ello la de una
gran parte del alumnado que ve cómo el sistema educativo no da
respuestas a sus expectativas, demandas y necesidades”.
Recordó que en su momento la anterior
norma educativa estatal, la LOE (de 2006) fue muy clara sobre la
identidad sexual, ya que subrayaba que entre los fines de la educación
se encuentra el reconocimiento de la diversidad afectivo-sexual.
Por ese motivo, “mientras llega una norma
más justa y contemporánea, menos retrógrada, es más necesario que nunca
que desde el ámbito autonómico contrarrestemos esta tendencia con
acciones que contribuyan a la igualdad efectiva
de oportunidades. Es decir, contribuir a situar la educación como eje
fundamental de compensación de desigualdades y el desarrollo integral de
cada persona, fomentando la comprensión, empatía, cooperación, apoyo y
entendimiento mutuo”.
Explicó que al sistema educativo están llegando cada vez más hijas e hijos de personas LGBTI
y alumnado LGTBI.
Siempre han existido, pero ahora el régimen de libertades en el que
vivimos está permitiendo que esta población esté creciendo
exponencialmente día a día.
Este alumnado y estas familias, madres y
padres LGBTI se quejan, con frecuencia, de que deben realizar un
esfuerzo suplementario y permanente para asegurarse de que el
profesorado las visibilice.
En este sentido, “sabemos que ya desde
hace años en colaboración con colectivos LGTBI se han emprendido una
línea de trabajo desde la Consejería y delo que se trata es de seguir
avanzando y desarrollando tareas en torno a ella”.,
acabó señalando Lola García.