La diputada del Grupo Nacionalista Canario, Lola García,
destacó
ayer en Comisión del Parlamento de Canarias, la tranquilidad con la que viene desarrollándose el comienzo
del curso escolar 2016/17, porque “es síntoma de que el trabajo de planificación
de la consejera y su equipo
se ha hecho
bien, y es un buen dato que merece ser subrayado”.
Lola
García intervino en representación del Grupo Nacionalista durante la
comparecencia de la consejera de Educación y Universidades, Soledad
Monzón, que
este mediodía se desarrolló en el Parlamento de Canarias. La diputada
majorera sí recordó sobre la planificación del nuevo curso que “la
Consejería ha mostrado desde el principio el rechazo al Real Decreto con
el que el Ministerio pretende regular las evaluaciones
finales de Enseñanza Secundaria y Bachillerato, tal y como se hizo
antes con el de Primaria. Ya hemos visto que el Gobierno del Estado una
vez más desoyó la opinión mayoritaria de la comunidad educativa y hasta
de las comunidades autónomas y siguió para delante
imponiéndolo”.
Costes a las familias
La diputada majorera incidió especialmente en que mientras se
amplía sustancialmente el número
de alumnos y alumnas con acceso a libros de texto y material escolar de
forma gratuita, “el problema lo estamos teniendo en muchas familias, que
no entran en estos baremos de libros gratuito,
pero están teniendo que afrontar costes medios de más de 300 euros por
alumno para asumir la compra de los libros y materiales”.
“Sabemos que la
selección de libros y materiales es una potestad de cada departamento e
incluso de cada centro educativo, pero debemos buscar herramientas que
fomenten la optimización de materiales
y la utilización de textos alternativos de libre acceso que vayan
reduciendo progresivamente la necesidad de adquisición de libros”,
señaló Lola García.
En
otro orden de cosas, destacó también como una de las novedades
importantes de este curso escolar la opción para que los distintos
centros educativos
pudieran elegir entre sesiones de 45 o de 60 minutos para Infantil y
Primaria, porque “se responde así a una demanda expresada por la
comunidad docente y que ya hemos visto en este Parlamento”.
También
se refirió al Plan de Impulso de Lenguas Extranjeras, ya que el
objetivo era que al menos el 87 por ciento de los centros de infantil y
primaria
alcancen niveles adecuados de inmersión lingüística, con un nivel B1 al
final de Secundaria y B2 al final de Bachillerato.