Lola García, diputada por Fuerteventura del Grupo Nacionalista Canario, destacó el papel de los docentes jubilados que de forma voluntaria colaboran en actividades educativas, como “auténticos sabios que acumulan una experiencia que están dispuestos a compartir para mejorar la calidad de la convivencia escolar y hasta de los contenidos educativos”.
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La diputada majorera preguntó a la consejera de Educación y Universidades, Soledad Monzón, sobre el proceso de tramitación de una nueva ordenación que regule la participación de docentes jubilados en actividades de los centros educativos.
La consejera informó que ya se ha elaborado un borrador de propuesta y que ha sido aprobado por la mesa de negociación sindical, atendiendo al planteamiento aprobado en el Parlamento.
“Todos los docentes sabemos que hay compañeros que llegada la edad de su jubilación mantienen su implicación con la comunidad educativa y quieren permanecer activos. No impartiendo clases a diario, pero sí contribuyendo de alguna forma en la vida escolar. Son compañeros ejemplares, que se implican unas horas a la semana o al mes o incluso de forma más espaciada aún”, explicó la diputada majorera durante su intervención.
La regulación de esta actividad establece que debe ser planteada a través de proyectos, en coordinación con las respectivas direcciones de cada centro educativo y bajo la supervisión del docente titular. La duración máxima es de un curso escolar. Siempre dejando bien claro que son actividades voluntarias, sin remuneración y que no implicarán la reducción o eliminación de puestos de trabajo.
La diputada majorera preguntó a la consejera de Educación y Universidades, Soledad Monzón, sobre el proceso de tramitación de una nueva ordenación que regule la participación de docentes jubilados en actividades de los centros educativos.
La consejera informó que ya se ha elaborado un borrador de propuesta y que ha sido aprobado por la mesa de negociación sindical, atendiendo al planteamiento aprobado en el Parlamento.
“Todos los docentes sabemos que hay compañeros que llegada la edad de su jubilación mantienen su implicación con la comunidad educativa y quieren permanecer activos. No impartiendo clases a diario, pero sí contribuyendo de alguna forma en la vida escolar. Son compañeros ejemplares, que se implican unas horas a la semana o al mes o incluso de forma más espaciada aún”, explicó la diputada majorera durante su intervención.
La regulación de esta actividad establece que debe ser planteada a través de proyectos, en coordinación con las respectivas direcciones de cada centro educativo y bajo la supervisión del docente titular. La duración máxima es de un curso escolar. Siempre dejando bien claro que son actividades voluntarias, sin remuneración y que no implicarán la reducción o eliminación de puestos de trabajo.
