Los 2.000 ejemplares de turmero inoculados dentro del proyecto experimental sobre el cultivo de la criada en Fuerteventura se encuentran ya florecidos, lo que implica un desarrollo favorable de esta iniciativa dirigida a estudiar la viabilidad de reproducir de manera controlada el preciado hongo en la Isla con vistas a su posible comercialización.
GDR Maxorata, en colaboración con la Consejería de Medio Ambiente, Agricultura, Ganadería y Pesca del Cabildo y dentro del Proyecto MICODES, ponía en marcha esta experiencia el pasado mes de junio, coincidiendo con la celebración de las 'I Jornadas Micológicas de Fuerteventura'.
Desde entonces hasta ahora, los 2.000 ejemplares que fueron plantados, divididos entre los viveros del Cabildo en la Granja Agrícola y Experimental de Pozo Negro y los que mantiene la Cooperativa Biológica Agraria de Fuerteventura en sus cultivos ubicados en El Roque, han evolucionado dentro de los parámetros previstos para, en un plazo de entre 10 y 11 meses, poder obtener la primera cosecha controlada de criadas en la Isla.
La criada, un hongo hipogeo del género de las terfezias, conocida también como trufa del desierto, se reproduce en Fuerteventura al entrar en simbiosis con una pequeña planta local, el turmero (Heliantemun canariensis). La recolección de esta trufa ha sido una constante histórica en la vida rural majorera, y todavía hoy es un alimento enormemente apreciado que aparece con la llegada de las primeras lluvias, normalmente con el comienzo de la primavera.
Los 2.000 ejemplares llegaron a la Isla con el hongo de la criada ya micorrizado en sus raíces, proceso desarrollado en la Universidad de Murcia, entidad integrante también del proyecto MICODES. Previamente, GDR Maxorata había hecho llegar a los laboratorios de este centro las semillas de turmero y las esporas de criada necesarias para desarrollar el experimento a partir de las especies locales de la Isla.
La eficiencia de este tipo de experiencias, que ya se ha desarrollado con éxito en la Universidad de Murcia con las variantes de las plantas y el hongo peninsulares, se sitúa en torno a un 95%. La productividad de este tipo de cultivos puede alcanzar entre 400 y 600 kilos de criada por hectárea cultivada. En Fuerteventura, la superficie cultivada en esta experiencia experimental, sumando los cultivos de Pozo Negro y El Roque, está en torno a la media hectárea.
El proyecto MICODES, incluido en la iniciativa europea Leader, tiene por objeto conservar, revalorizar y difundir los recursos micológicos (hongos y setas) y sus hábitats naturales. El proyecto se dirige a demostrar que ciertos recursos naturales no considerados como favorecedores de crecimiento económico pueden llegar a serlo, contribuyendo al desarrollo rural y propiciando la sostenibilidad del recurso dada su creciente demanda.