El diputado del Grupo Nacionalista Canario por Fuerteventura, Mario Cabrera, reclamó ayer más agilidad a la Consejería de Economía, Industria, Comercio y Conocimiento para gestionar las medidas de apoyo a las Cámaras de Comercio de Fuerteventura y Lanzarote “ante la complicada situación económica por la que atraviesa, debió a los cambios normativos de los últimos años que han ido limitando su financiación”, indicó.
Mario Cabrera planteó una comparecencia plenaria del consejero Pedro Ortega sobre las medidas de apoyo a las Cámaras de Comercio, buena parte de ellas recogidas en el Presupuesto autonómico a través de iniciativas del Grupo Nacionalista Canario.
Incidió específicamente en el caso de las Cámaras de Fuerteventura y Lanzarote, que comenzaron a funcionar a partir de 2005, gracias a una iniciativa legislativa que en 2003 fue apoyada por unanimidad en el Parlamento, y fruto de la división de la única cámara provincial que hasta ese momento había existido en Las Palmas.
Recordó que más allá “de batallita local de majoreros y conejeros… su creación fue fruto de un dinamismo que superó los límites empresariales, y consiguió un amplio respaldo social e institucional en todos los ayuntamientos y en el propio Cabildo”.
Destacó como carácter clave del funcionamiento de las dos nuevas cámaras de comercio su postura reivindicativa e inconformista. Expresada en asuntos como las inversiones portuarias, el apoyo a las pymes y emprendedores, la promoción de la producción local y la gestión de nuevas conexiones aéreas y marítimas.
Pero recordó que las consecuencias derivadas de la promulgación por parte del Ministerio del Decreto 13/2010, que dejaba sin recursos propios a las Cámaras de Comercio, ha ido incidido especialmente en las entidades más jóvenes, las de las dos islas orientales, que carecían de recursos históricos propios, pues los de la extinta Cámara de Las Palmas quedaron en manos de la Cámara de Gran Canaria resultante.
Insistió en que “al no disponer aún de un marco normativo autonómico, también carecen de herramientas de financiación y no pueden acceder al patrimonio histórico acumulado. Ni Fuerteventura, ni tampoco la Cámara de Comercio de Lanzarote”.
Por lo tanto, el diputado majorero reclamó a la Consejería más agilidad en la tramitación de las ayudas, porque de otra forma la supervivencia de las instituciones camerales de ambas islas puede estar amenazada a corto plazo.