La diputada del Grupo Nacionalista Canario (CC-PNC) por Fuerteventura, Nereida Calero, valoró hoy en el Parlamento de Canarias el Proyecto de Ley por la que se deroga el apartado c) del artículo 4.2 de la Ley 2/2013, de 29 de mayo, de renovación y modernización turística de Canarias, como “una forma de agilizar el procedimiento y aprovechar esta estructura de reforma que nos brinda”.
En este sentido, justificó el rechazo de las enmiendas a la totalidad, porque la iniciativa presentada por el Gobierno “no es un capricho, sino que responde precisamente a un mandado judicial que el Gobierno tiene que atender”.
Indicó que el planteamiento del Grupo Nacionalista Canario debe ser entendido como “una invitación al diálogo para iniciar el trabajo parlamentario de manera inmediata”, ya que “compartimos claramente una buena parte de su inspiración y de sus objetivos”.
Por ello, confió en que durante las siguientes fases de tramitación del Proyecto de Ley “seamos capaces de acordar contenidos que nos permitan salvaguardar el interés público, y establecer unos indicadores de carga ambiental, que nos permitan dimensionar nuestra oferta”.
Adelantó además que se debe hablar claramente de límites, pues “hay que manejar con normalidad y lógica herramientas como la capacidad de carga, la sostenibilidad y la compatibilidad social de la actividad turística”.
Y por otro lado, el requisito imprescindible de que todo el desarrollo que quepa a partir de ahora, sea a partir de criterios de calidad en materia de infraestructuras, equipamientos y servicios.
Reconoció que la industria turística es una amalgama de muchas actividades y además está vinculada a otras industrias y mercados sobre las que repercute con un llamado ‘efecto multiplicador’.
Pero advirtió que “debemos tener cuidado porque hay que reconocer que también puede tener un ‘efecto destructor’ sobre la vida social y el medio ambiente del espacio donde se desarrolla”, terminó señalando Nereida Calero.