Nereida Calero advierte que “mientras aquí planteamos nuevos impuestos al turismo, nuestro competidores subvencionan hasta el combustible de los aviones”

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Nereida Calero, diputada del Grupo Nacionalista Canario por Fuerteventura, advirtió hoy en Comisión del Parlamento de Canarias que en las Islas “estamos pensando en tasas turísticas como fórmulas salvadoras, en un momento en el que nuestros competidores crecen a un ritmo de dos dígitos y, más que imponer nuevas tasas lo que hacen es subvencionar a los turoperadores para que puedan bajar precios a sus clientes”. 

De hecho, en algunos destinos “están dispuestos hasta a subvencionar el combustible de los aviones para que les lleven más turistas”.


Consideró que si el objetivo es que la actividad turística repercuta más y mejor en las Islas, “debemos competir en calidad. Trabajar por ofrecer un producto diferenciado por su calidad en el sentido más amplio de la palabra. Desde los alojamientos a los servicios, el ocio, la oferta complementaria”.

Nereida Calero intervino en representación del Grupo Nacionalista Canario en una comparecencia del consejero de Turismo, Cultura y Deportes, Isaac Castellano, sobre la posibilidad de aplicar una tasa turística.
Aclaró la diputada majorera que “compartimos que demasiado porcentaje del gasto turístico se queda en manos de intermediarios y gestores, que ya no es que residan fuera de Canarias, sino que, en ocasiones, ni tienen una entidad física identificable, y se trata más bien de fondos de inversión”.

Pero la cuestión es la forma de conseguirlo. Distintos portavoces han planteado seguir el ejemplo de destinos turísticos como Baleares, que ya el año pasado recuperó este impuesto, e incluso para este año ha acordado duplicarlo.

“Pero para comparar dos cosas, estas deben ser iguales. A menos que juguemos a buscar las diferencias. Y nosotros, turísticamente no tenemos nada que ver con Baleares. Incluso, me atrevo a decir que puede que buscaran desincentivar la tremenda estacionalidad que sufren y lo tremendamente desbordados que se ven en temporada alta, frente al seco parón de la actividad en temporada baja”, opinó la diputada majorera.

También aludió a la existencia de este tipo de gravámenes en otros destinos europeos, principalmente urbanos, que además presentan un alto grado de saturación. Hasta tal punto, que algunos de ellos se han planteado incluso limitar el número de visitantes en temporada alta.

Consideró, de cualquier forma, que esa es una opción respetable. Pero valoró también la opinión de las patronales turísticas, “que nos advierten del efecto desincentivador que puede tener este nuevo impuesto en caso de aplicarse. De hecho, en Baleares, la propia patronal turística se ha planteado recurrir la norma en los tribunales”.

Y valoró también la evolución reciente de nuestros principales destinos competidores. Porque si bien es cierto que en el balance favorable de los años anteriores “siempre advertíamos que había que descontar, entre comillas, el efecto de la crisis de esos destinos por la inseguridad… Ahora también debemos poner sobre la mesa la evolución que viene registrándose en esos destinos, con crecimiento interanuales de hasta dos dígitos. Es decir, pensémonos muy bien si queremos añadir justo ahora nuevos impuestos al visitante”, concluyó a diputada majorera.