La
diputada del Grupo Nacionalista Canario por Fuerteventura, Nereida
Calero, subrayó la importancia de fortalecer la coordinación entre
administraciones,
la contundencia contra los infractores y la concienciación ciudadana,
como las tres claves sobre las que actuar para frenar la proliferación
de vertederos ilegales y conseguir la restauración de los existentes.
Nereida
Calero intervino en representación del Grupo Nacionalista Canario
durante la Comisión de Política Territorial que ayer jueves se
desarrolló en
el Parlamento de Canarias, en relación con el Plan de Eliminación de
Vertederos Ilegales en el que ha venido trabajando el Gobierno de
Canarias. Recordó que incluso hay un procedimiento emprendido el año
pasado ante el Tribunal de Justicia de la UE para exigir
a España el cierre y la restauración de 63 de estos vertederos
distribuidos por distintas comunidades autónomas.
“Pero
en el caso de Canarias la situación es mucho más grave, porque estamos
hablando de territorios insulares y muy limitados, con un ecosistema muy
sensible. Y somos además una sociedad que vive en gran medida gracias a
la calidad de su entorno natural. Nuestros turistas vienen buscando
tranquilidad, pero también un entorno natural limpio y saludable. Y son
ellos los que muchas veces nos ayudan a abrir
los ojos ante las amenazas que suponen los residuos vertidos de forma
descontrolada”, señaló.
También
se refirió a que en Fuerteventura “tenemos ejemplos visibles de cómo la
restauración de estos vertederos ilegales es posible y se puede llegar
a óptimos resultados; como en el caso del que existía antes en Los
Estancos y hoy es un Parque Científico y Tecnológico. Pero nos queda aún
mucho por hacer. Y me refiero tanto a los vertederos contabilizados ya
como ilegales, como también a aquellas escombreras,
pequeños y medianos vertederos descontrolados que salpican nuestra
geografía”, reconoció.
Por
poner un ejemplo, se refirió en concreto al municipio de La Oliva “el
que más conozco porque es donde vivo, si se coge un coche y se intenta
ir de Corralejo, que es uno de los núcleos
turísticos más importantes de la isla, hasta Majanicho, por la zona de
las piconeras, una zona preciosa, se asombrarían de la cantidad de
escombros y vertidos de todo tipo que colman ese espacio natural. Y
luego tenemos otros ejemplos como en la zona del barranco
de jable, muy visible desde la carretera que va hacia el Cotillo, que
era una antigua cantera de arena y donde el propio ayuntamiento autorizo
el depósito controlado de escombros para sellarlo, pero se convirtió en
un basurero que incluso ardía con frecuencia.
Ahora, tras prohibir totalmente todo tipo de vertidos, sigue sin
sellarse, con el consiguiente peligro que supone por sus dimensiones y
profundidad, y el grave impacto ambiental y visual que provoca estando
rodeado por un espacio protegido”.
Consideró
además que “no hay ningún tipo de justificación para que en pleno siglo
XXI y en una sociedad que se enorgullece de ser moderna y desarrollada,
sigamos no sólo conviviendo con estos vertederos, sino que mucho me
temo que hay casos en los que incluso aumentarán su dimensiones”.
“Hay
que aplicar sanciones duras y eficaces; y aportar alternativas cercanas
y viables para que desaparezca de una vez por todas de nuestra sociedad
la costumbre de arrojar residuos sin
preocupación. Pero también hay que formar y educar desde el colegio,
para que todos asumamos que somos corresponsables del cuidado de nuestro
entorno y de las agresiones que sufra”, señaló Nereida Calero.
Por
su parte, la consejera de Política Territorial, Nieves Lady Barreto,
explicó que finales de 2015 se remitió a los Ayuntamientos de los
municipios
en los que se ubican estos vertederos una comunicación adjuntando copia
del proyecto de restauración correspondiente e instándoles a llevar a
cabo por sus medios las labores de restauración de estos suelos. O en
caso contrario, a ceder el suelo en uso al Gobierno
de Canarias para que a través de esta Consejería se ejecutasen esas
obras de restauración.
Ello supone que
una parte importante de las obras serán ejecutadas
directamente por la Consejería, si bien también se contempla la
posibilidad de que en algunos vertederos cuyo sellado no supone una obra
de mucha complejidad, pueda ejecutarse por el Ayuntamiento que
corresponda contando en este caso con subvención de la Consejería
para ello.