Una de sus extremidades presenta una patología crónica que le
dificulta el movimiento. Por su seguridad realiza los entrenamientos
diarios en un espacio reservado exclusivamente
para ella en Oasis Park Fuerteventura
Ya da la patita. Un gesto muy familiar para los que habitualmente
se rodean de animales domésticos como el perro. Sin embargo, en el caso de
nuestra jirafa Émolo no es un acto caprichoso de sus cuidadores sino un gran paso para buscar una solución a su
patita deformada. Nuestra jirafa, de 14 años, nació con una malformación
genética. Por eso, todos los días, hasta
en tres ocasiones, Émolo recibe la visita de su entrenador, Miguel Ángel
Valdés, un apasionado de los animales que intenta aportar su granito de arena
para que, más pronto que tarde, Émolo tenga una bota ortopédica y la mejor calidad de vida posible Pero antes,
queda mucho camino por recorrer.
La relación cuidador-animal, fundamental
La familia
de jirafas ha ido creciendo y las crías no solo fuerzan a los adultos a moverse
más sino que demandan leche –aun incluso después de haber sido destetadas, a
los 9 meses. Una situación que complica la armonía que Émolo ahora mismo
necesita. Un movimiento brusco o una caída es un riesgo de fractura, con lo que
eso conlleva para la jirafa. La mejor compañía de Émolo ahora son
sus cuidadores.
Entrenamiento, por su bienestar animal
Es ahí
donde entra en juego el entrenamiento diario, una rutina que ayuda a nuestra
huidiza jirafa a coger confianza. Miguel Ángel lo está consiguiendo y espera
que en las próximas semanas Émolo tolere un nuevo espacio, esta vez más
reducido, en el que hacer intervenciones veterinarias. Limarle la pezuña de su
patita es otra de las acciones en pro de su bienestar. Sin embargo, la
radiografía portátil con la que contamos en Oasis Park Fuerteventura es clave
para identificar el problema y poner el mejor remedio paliativo para Émolo. Los
profesionales del parque, por otra parte, descartan una medida que se considera
contraproducente: anestesiar al animal, un nivel de riesgo que empieza incluso
antes de sedarla puesto que acostar a cualquier jirafa pone en peligro sus
huesos, incluso su vida. De hecho, las jirafas duermen de pie por ser la forma
más segura de dormir.
La pequeña Ana María, ejemplo de éxito
Ana Mª, de once meses, realmente disfruta con las sesiones de
entrenamiento. A las 08:30h en punto, ella también espera a Miguel Ángel. Su
evolución en el parque nos ayuda entender por qué entrenarlas es trascendental en sus vidas. Cuanto mayor sea el
contacto con personas menor es el miedo y la inseguridad que manifiestan
inicialmente. Es más, si desde que son pequeñas se crea un vínculo con ellas no
solo responden mejor a la presencia de visitantes sino que se dejan “ayudar”. Un ejemplo es la extracción de sangre para su
análisis: cuando la jirafa toma un punto como referencia y se mantiene
voluntariamente quieta… sin duda está facilitando la labor de los veterinarios.
¡Nos hace felices esos pequeños-grandes logros!
La suerte de Émolo
Hungría. De un parque de aquel país viene nuestra querida
Émolo. Oasis Park Fuerteventura es su hogar desde el año 2004; sin duda el
clima de las islas era y es más favorable para su recuperación. El destino
quiso, además, que se integrara en el
parque con mejores resultados en el entrenamiento de jirafas (solo hay tres
en España y el nuestro está considerado como el mejor, dicho por el mismo
gremio de entrenadores de jirafas) Además, Oasis Park Fuerteventura es uno de los parques con mayor número de
jirafas de Europa. Este año
cuidamos de una familia de 14 miembros.
Sus historias se conocen
a diario
Émolo y Ana Mª representan un ejemplo para todos, por eso son
el alma de las charlas educativas.
Todos los días, saludan a los visitantes y se habla de ellas a las 11:30h. Mientras
que Ana Mª progresa a pasos agigantados, Émolo da esperanzas para que pronto
sea una más en el grupo de jirafas. ¡Desde aquí le deseamos mucha suerte en su
lucha diaria!