Me resisto a
que la dinámica cotidiana nos impida valorar correctamente el acontecimiento
histórico que para la cultura canaria ha supuesto la presentación de la cantata
‘Iván el Terrible’, este jueves 11 de enero de 2018, en el Palacio de Formación
y Congresos de Fuerteventura, inaugurando el 34º Festival de Música de
Canarias.
Algunas voces
críticas venían calificando de ‘experimento majorero’ este acontecimiento.
Ponderaban el aspecto numérico por encima del cualitativo. Relacionaron su
programación con la influencia política de Coalición Canaria de Fuerteventura.
Es un error.
Si ‘Iván el
Terrible’ se ha podido estrenar en Fuerteventura ha sido sobre todo gracias al
trabajo de un importante (que no numeroso) equipo técnico del Cabildo de
Fuerteventura, en perfecta coordinación con el de la Consejería de Cultura del
Gobierno de Canarias.
Los políticos
podemos plantear muchas ideas y propuestas, pero el logro es esencialmente
resultado del trabajo del equipo técnico que gestiona la programación cultural
del Cabildo y coordina el funcionamiento del Palacio de Formación y Congresos.
La puesta en
marcha de este edificio fue ya muy criticada por algunas voces desde las
capitales de Canarias.
No entendían
cómo una isla no capitalina podía llegar a tener un recinto perfectamente
equiparable a los de las dos capitales.
Les costó
entender que donde ellos veían un derroche y un ‘capricho’, los majoreros habíamos ideado un edificio
multifuncional.
No solo acoge
un moderno auditorio, mejor que los capitalinos; sino que además tiene las
aulas de la ULPGC, las instalaciones de la UNED, la Escuela Insular de Música o
el Centro Bibliotecario Insular.
Tres años
después, este ‘capricho majorero’ es un hervidero de actividad cultural y
formativa… que además tiene condiciones inmejorables para acoger con éxito la
inauguración del 34º Festival de Música de Canarias con ‘Iván el Terrible’.
¿Valoramos
los aspectos numéricos del ‘experimento’?
Veamos. ¿No
está suficientemente justificado que después de una treintena de inauguraciones
del Festival repartidas entre las dos islas capitalinas, al menos tengamos la
oportunidad de disfrutar de alguna en Fuerteventura?
¿Es esto
insularismo? ¿Es fruto de las presiones políticas de CC de Fuerteventura?
No. Responde
a la lógica de una programación del Festival regional en la que las islas no
capitalinas comienzan a tener la atención que merecen, ya que disponen de
recintos con las condiciones óptimas para ello.
Hubo un
antecedente de inauguración con el concierto de Juan Diego Flórez y ‘The
Philarmonics’ en 2015, y ahora ‘Iván el
Terrible’ es la consolidación. Debe tener continuidad en los próximos años.
¿Tenemos
que llenar el auditorio? ¿Se habrían
vendido más entradas en las islas capitalinas?
Pues
probablemente. Pero ni el número de espectadores potenciales es comparable entre
Fuerteventura y las islas capitalinas; ni aquí tenemos una trayectoria de tres
décadas y media acogiendo espectáculos de este tipo en el Festival de Música de
Canarias, como sí existe en Tenerife y Gran Canaria.
Aún así, me
comentan que la acogida proporcionada por el público en el Palacio de Formación
y Congresos de Fuerteventura fue excelente.
¿Retos para
las próximas ediciones?
Entre otros,
que la importancia de la programación en las islas no capitalinas siga
creciendo, y que las entradas se gestionen de forma que se abaraten los precios
para poder llegar a más público.
Y acabar
definitivamente con los costes añadidos que durante años han tenido que asumir
las instituciones no capitalinas para acoger programas del Festival del Música
de Canarias.
Porque
mientras en la capitales el Festival hasta pagaba por el uso de recintos
públicos, en las otras islas no sólo poníamos espacios gratuitamente a su
disposición, sino que hemos llegado a
tener que asumir costes de desplazamiento de los músicos.
En
definitiva. Llevamos tres décadas de Festival de Música centrado en las
capitales, con espectáculos de difícil acceso para un público que no tenga alto
poder adquisitivo; y que arrastra ‘caprichos’
elitistas como facilitar actuaciones paralelas fuera de programa en
recintos privados.
Por eso es
importante que este ‘capricho majorero’ tenga continuidad, se mejore
facilitando entradas a precios asequibles a todo el público potencial y se
extienda a más islas no capitalinas.
Y si todo
esto lo quieren asociar al insularismo, a la triple paridad, al nacionalismo o
a Coalición Canaria, pues bienvenido sea. Aunque créanme que el mérito reside
en el equipo técnico local.
¡Buen trabajo
equipo!
Mario
Cabrera González