La
Concejalía de Cultura lleva cuatro años colaborando con la asociación 'Tapones
para una vida' a través de las empresas Jardican y Seur
Comenzó
como una colecta para una niña de La Lajita en 2011 y hoy esos tapones ayudan a
pequeños de todo el país
Pájara,
a 1 de abril de 2015
El municipio de Pájara guarda
un secreto solidario que ayuda a niños con problemas de salud de todo el país.
Cada semana, la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento entrega a la asociación
'Tapones para una vida' una media de 150 kilogramos de plásticos (casi todo en
tapones) que se transforman en dinero destinado a ayudar a las familias con
hijos con enfermedades raras. En 2011 la familia de una niña de La Lajita pidió
ayuda en Cultura y cuatro años después esa corriente solidaria llega a la
Península por mensajería.
El alcalde de Pájara, Rafael
Perdomo, señala que "la solidaridad es un rasgo necesario en cualquier
sociedad que se precie y que aspire a potenciar el desarrollo pleno de sus
miembros; ser sensible al prójimo, manifestar empatía con naturalidad es
síntoma de una buena salud colectiva e individual".
La concejala de Cultura, Rosa
Cabrera, explica que "esos 150 kilos de media semanales son en su mayoría
de particulares; familias que hace cuatro años se sensibilizaron con el caso de
esa niña de La Lajita y hoy sigue recogiendo tapones de sus casas y de las de
sus amistades o de sus trabajos, de los colegios y varios hoteles para colaborar
en esta causa".
"Empezamos con una niña de
La Lajita, que hoy lleva el tratamiento en Madrid, y seguimos con otro niño de
Puerto del Rosario, que también sigue su tratamiento en Madrid. Llegó un
momento en que resultaba más práctico alcanzar un acuerdo con la asociación y
que ellos fueran los que dieran el mejor uso posible al dinero que se obtiene
de los tapones", añade Rosa Cabrera.
La recogida semanal que realiza
Cultura se entrega a la empresa Jardican que colabora, dentro de su obra
social, con la asociación 'Tapones para una vida'. Jardican se encarga de
transportar los 150 kilos semanales de plásticos desde Morro Jable hasta el
punto de recogida de la empresa de mensajería Seur en Puerto del Rosario. A su
vez, Seur traslada gratuitamente esos tapones a la Península donde se reciclan
y se convierten en dinero para la asociación.
La asociación 'Tapones para una
vida' surgió en 2011 para ayudar a niños con problemas de salud severos, en
especial las conocidas como enfermedades raras. El pasado año ayudó a 31 niños
con 175.213 euros. Una parte importante de sus ingresos los recibe de los
tapones de plástico, que tienen un precio de 200 euros por tonelada.
El importe obtenido por el
reciclado de los tapones de plástico y las garrafas se destina a la ayuda de
menores en estado de necesidad por enfermedades no cubiertas por los sistemas
sanitarios ordinarios.
En un principio, las monitoras
de Cultura recogían los tapones directamente en los hogares de los vecinos y en
los distintos centros públicos para hacerlos llegar a aquellas familias
afectadas directamente por las enfermedades de los niños (los casos de La
Lajita y Puerto del Rosario).
Las familiares de los propios
afectados se encargaban de llevar los tapones a reciclar y obtener así recursos.
Actualmente se ha mejorado la recogida gracias al compromiso de empresas como Jardican
y Seur, y el beneficio económico de los tapones recolectados por los vecinos del
municipio de Pájara a través de la Concejalía de Cultura llegan hoy a niños afectados
por alguna enfermedad rara de toda España.
Aparte del beneficio social de
esta iniciativa, el reciclado de plásticos aporta otras mejoras a la calidad de
vida:
.- Los plásticos son
reciclables y gracias a ello se pueden reducir los residuos en los vertederos,
siempre que se separen del resto de los residuos.
.- Se ahorran combustibles no
renovables, ya que los plásticos se fabrican a partir de petróleo y al utilizar
residuos plásticos se reduce la necesidad de este recurso energético.
.- Los plásticos no pierden su
contenido energético durante su uso. Por lo tanto, al final de su vida pueden
ser usados como combustibles.
.- Se consume menos cantidad de
agua en los procesos de reciclaje que en la producción primaria, con lo cual se
ahorra en recursos naturales.
.- En el proceso de reciclaje
se disminuye la cantidad de sustancias químicas (algunas tóxicas) que se añaden
para mejorar las propiedades de los productos plásticos, ya que los residuos
plásticos ya las poseen.