Hasta el momento sólo funcionan en Gran Canaria y Tenerife
13 de abril de 2016
El Parlamento de Canarias aprobó
hoy por unanimidad una iniciativa del Grupo Nacionalista Canario dirigida a
encomendar
al Gobierno de Canarias la tarea de estudiar con las instituciones de
las islas no capitalinas y sus agentes sociales y económicos
la posibilidad de poner en marcha en dichas islas las denominadas Zonas
Francas, entendidas como áreas de fiscalidad reducida delimitadas en el
entorno de los respectivos puertos, y orientadas a incentivar el
comercio internacional.
“Hasta el momento sólo
Gran Canaria y Tenerife cuentan con estos recintos, pese a que su
origen está en los Puertos Francos del siglo XIX que sí se autorizaron
para todas las islas del Archipiélago”, recordó el diputado majorero
Mario Cabrera,
quien expuso la Proposición No de Ley elaborada conjuntamente con Nereida Calero y Lola García.
El
Pleno del Parlamento de Canarias del pasado 25 de noviembre de 2015 ya
aprobó una Proposición No de Ley presentada por el Grupo Popular,
dirigida a que
tanto el Gobierno de Canarias como el Gobierno de España desarrollen
determinadas acciones y gestiones para promocionar las ventajas
derivadas de la Zonas Francas de Gran Canaria y Tenerife, en
coordinación con las respectivas áreas ZEC.
Lo que se plantea
ahora con la PNL del Grupo Nacionalista Canario,
“es que el mismo esfuerzo que el Parlamento
de Canarias encomendó al Gobierno de Canarias en noviembre pasado que
hiciera para potenciar la zonas francas de Gran Canaria y Tenerife, que
ahora lo haga para al menos estudiar la posibilidad o el interés que
podría existir para promover la creación de las
zonas francas en las islas no capitalinas, porque se trata de ofrecer
idénticas posibilidades de desarrollo a todas la islas, aunque
lógicamente con distintas dimensiones y características”, señaló el
diputado del Grupo Nacionalista Canario por Fuerteventura,
Mario Cabrera.
Todas
las islas no capitalinas han ido desarrollando durante estos años las
áreas de la Zona Especial Canaria. “Algunas, como antes decía, han
tramitado
también sus Puestos de Control Fronterizo y los servicios de frontera
Schengen en sus puertos. El siguiente paso es que al menos se estudie y
plantee la posibilidad de habilitar zonas francas, previa consulta con
los agentes locales y las instituciones insulares
previamente por si existiera interés real en estas herramientas”,
explicó.
Antecedentes históricos
Mario
Cabrera recordó que la creación de las actuales Zonas Francas en Gran
Canaria y Tenerife, en 1998 y 2006, está relacionada con el objetivo de
potenciar
actividades de comercio exterior, para lo que se ofrecen determinadas
ventajas que se estima que pueden resultar muy atractivas.
La
Comisión Europea también ha otorgado a las Zonas Francas Canarias una
serie de particularidades que no tienen la mayoría de estas áreas
ubicadas en la
UE. Las empresas instaladas en las Zonas Francas Canarias pueden
acogerse también a los beneficios que el REF ofrece, así como a la mayor
flexibilidad para la entrada de mercancías de países terceros.
La
puesta en marcha de la Zona Franca de Gran Canaria en 1998 y de la Zona
Franca de Tenerife en 2006, se inspiran en la figura de los antiguos
Puertos
Francos Canarios, creados a través de un Real Decreto 1852, dotados ya
con rango de Ley desde 1870 y ampliado su contenido con un nuevo Real
Decreto en 1900.
A
lo largo del siglo XX los Puertos Francos Canarios fueron objeto de
sucesivas actualizaciones, hasta que el proceso de adhesión de España a
las Comunidades
Europeas acabó conduciendo a la desaparición de los Puertos Francos.
“La
creación por tanto de las Zonas Francas de Gran Canaria y Tenerife
vino, en cierta forma, a recuperar esta herramienta con tres siglos de
historia en
las Islas”, recordó Mario Cabrera.
Retomando por lo tanto los antecedentes, cabe señalar que el Real Decreto original de 1852, en su artículo 1, recoge:
“Se
declararán puertos francos en las Islas Canarias los de Santa Cruz de
Tenerife, Orotava, Ciudad del Real de Las Palmas, Santa Cruz de La
Palma, Arrecife
de Lanzarote, Puerto de Cabras y San Sebastián”. Y por Ley de 22 de
junio de 1870 se extendió la declaración al puerto de Valverde, en El
Hierro.
“Lo que buscamos con esta iniciativa es
plantear la oportunidad y posibilidad
de extender los posibles beneficios derivados de las Zonas Francas a
todas las islas del Archipiélago. Por supuesto que el momento histórico
es otro, que las infraestructuras son otras y que hasta los requisitos
administrativos y aduaneros son también distintos.
En el siglo XIX cuando nacen los Puertos Francos, los muelles de las
islas no capitalinas podían comerciar con países del extranjero. Hoy, en
pleno siglo XXI, ya no pueden y hasta tienen que recurrir a trámites de
décadas para aspirar a configurarse como Frontera
Schegen y Puestos de Inspección Fronteriza. Y no todos, ya que hasta el
momento sólo han optado a ello Lanzarote, La Palma y Fuerteventura…”,
concluyó el diputado majorero.