La concejal de Nueva Canarias en el Ayuntamiento de Tuineje, Pilar Rodríguez, ha mostrado su malestar con el alcalde del consistorio, Salvador Delgado, por haber llevado a pleno la amortización de cinco plazas esenciales y necesarias para mantener cubiertos los servicios básicos de la institución.
Los puestos de trabajo que se van a amortizar debido a la jubilación de antiguos empleados son el de fontanero, chófer, sepulturero, peón de primera y empleada de servicios sociales de ayuda a domicilio.
En este sentido, la edil de Nueva Canarias tiene claro “cuáles son los intereses que se esconden detrás de estas actuaciones”, y deja claro que los que las llevan a cabo “están acostumbrados a privatizar servicios para luego colocarse y repartirse, entre amigos, afines y conocidos, los puestos de responsabilidad de estas empresas. Y yo me pregunto, ¿qué más puede haber detrás de todo esto para que el alcalde, incluso, me haya invitado a que no hablara durante el pleno?”.
“Lo que no me explico es que se mercadee con plazas esenciales como la destinada a la empleada de servicios sociales de ayuda a domicilio, totalmente necesaria para muchas personas que no cuentan con medios suficientes; la del fontanero, el único del consistorio; o la del sepulturero, cuya importancia queda fuera de toda duda”, explicó la concejal.
Por ello, “desde Nueva Canarias queremos que se articule el procedimiento legal y necesario para acoger las nuevas contrataciones, y así lo hicimos saber en el pleno oponiéndonos frontalmente con nuestra votación en contra, para que la misión privatizadora del alcalde de Tuineje finalice cuanto antes, y con el menor daño posible para las arcas públicas”, subrayó Rodríguez.
Además, inquirió la representante municipal, “estas acciones son competencia directa del consistorio de Tuineje, y no de otros gobiernos ni otros partidos como el PP, tras el que se escudan cada vez que hacen las cosas mal”.
Según Pilar Rodríguez, “si no termina pronto la legislatura, y no se acaba con el afán privatizador de Salvador Delgado y su mano derecha, Sergio Lloret, corremos el grave peligro de dejar al ayuntamiento en paños menores o como un solar, con el esqueleto al descubierto”.