⦁ El círculo municipal califica de “chapuza” el nuevo intento de tapar los socavones y exige que se acometa la solución definitiva a la que se comprometió el Gobierno en el pleno de septiembre
En el último pleno de septiembre, el propio alcalde de Antigua, Juan José Cazorla, reconoció que los trabajos acometidos en la playa del Castillo habían sido valorados en una reunión con el Ministerio de Costas y Fomento como “chapuza técnica”, y se comprometió a reparar el daño causado.
Lejos de eso, 43 días después, las máquinas están tapando de nuevo los socavones de la playa con tierra de la misma mala calidad que la utilizada en la remodelación. Tal y como recuerda el círculo de Antigua, que ha dirigido un escrito al Consistorio exigiendo explicaciones, se trata de una obra que empezó en enero de 2016 y tenía que haber terminado en octubre de ese mismo año, “pero ya van a cumplirse dos años de obras y el desastre continúa” denuncian.
Y es que, tal y como recoge el escrito, el agua de esta playa tiene un permanente color marrón que impide la visibilidad a más de medio metro, según la zona y el día. “Al principio decían que la arena se tenía que asentar, ha pasado un año y los fondos siguen sin verse en toda la bahía”, explica Pau Quiles, enlace del círculo.
Esa turbidez del agua, que empeora con el viento sur, ha provocado la desaparición de gran parte de la fauna marina que se veía en el puerto, chucos, bicúas, viejas etc. Y la flora marina también ha desaparecido, que servía para desove de los peces. Respecto a la arena –continúa la denuncia- forma bolas duras que dificultan el caminar “porque ni siquiera se han molestado en cribarla”.
Por todo ello, el círculo ha exigido explicaciones al Gobierno municipal, sobre qué empresa está realizando los trabajos, y quién y para qué los ha ordenado. “Esto no es acometer la solución prometida, si están intentando volver a engañarnos con una chapuza temporal, queremos saberlo”, ha explicado Quiles, quien añade en relación al escrito presentado que también han exigido explicaciones sobre el gasto, “para saber si van a seguir engordando el presupuesto de la obra”, y si han venido los técnicos de Costas y/o Fomento, Cabildo y Ayuntamiento a realizar algún estudio sobre “la desastrosa remodelación y la solución definitiva”.
