El Grupo
Parlamentario Podemos solicita
al Gobierno de Canarias que inicie los trámites para incluir la
Montaña de Tindaya en la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco.
La diputada Natividad Arnáiz afirma que este lugar representa uno de
los valores naturales y patrimoniales más importantes que existen en
el Archipiélago, “y por tanto, tenemos el deber de protegerlo y
preservarlo”.
“En
Tindaya no sólo existen criterios geológicos, paisajísticos o
faunísticos para incluirla en esa lista, sino que cuenta con una
gran riqueza patrimonial debido a las manifestaciones arqueológicas
conocidas como podomorfos”, explica la diputada.
La
Montaña ya ha sido catalogada como Monumento Natural y esas pinturas
rupestres han sido declaradas Bien de Interés Cultural (BIC), “sin
embargo, consideramos que estos niveles de protección son totalmente
insuficientes, y que la inclusión en la Lista de Patrimonio de la
Humanidad no sólo aumentaría ese grado de protección sino que
también traería importantes ventajas para la isla de Fuerventura”.
De
hecho, Arnáiz considera que se protegería y difundiría el
monumento, se tendrían acceso a partidas del Fondo del Patrimonio
Mundial para desarrollar actividades de investigación y mejoraría
la imagen turística de la isla, con la elaboración de un Plan de
Turismo Sostenible durante el proceso de selección e inclusión en
el listado de la Unesco.
El Grupo
Parlamentario defenderá en el próximo pleno una Proposición de Ley
para que el Ejecutivo canario comience a tramitar esta inclusión
porque considera que cumple con cumple varios de los requisitos para
ser incluido en el listado.
Es una de las principales unidades
geomorgológicas de Canarias “por su extraordinaria belleza pero
sobre todo por el gran interés científico que tiene para el
conocimiento de los procesos morfogenéticos”, explica Arnáiz.
Es
además un área de gran riqueza para la biodiversidad, ya que a las
faldas de la montaña existen poblaciones de Bubonium schultzii, hay
comunidades aisladas de Asteriscus sericeus y algunos ejemplares de
Olea cerasiformis. También se encuentran endemismos como Caramulla
buchardii y Rutheopsis herbanica.
Además es una importante zona para
las aves esteparias, como es el caso del corredor, ganga ortega y la
hubara. Es también un territorio de cría para las aves rapaces como
el cernícalo vulgar y el ratonero común.
“Sin
embargo -añade la diputada- la excepcionalidad de este espacio no
está solo en sus características naturales, sino que es una de las
zonas arqueológicas más ricas de Fuerteventura y de Canarias por
sus grabados ruprestres, restos de antiguas construcciones, cuevas
funerarias y restos de concheros”.
Destacan
sobretodo las manifestaciones rupestres conocidas como podomorfos,
que son siluetas o figuraciones de pies provistos de dedos o sin
ellos, de diferentes tamaños. “Hay unos 200 o 300, adscritos a la
cultura aborigen de la isla, convirtiéndose en el elemento más
relevante y singular de la montaña, y por tanto, merecedores de la
máxima protección”, explica Arnáiz que también detalla que “la
mayoría de los investigadores admiten su relación con el mundo
mágico-religioso de la cultura preeuropea de la isla”.