·
A partir de las 20:30h de este
martes, 31 de octubre, Música y teatro en un animado pasacalles entre la
antigua Universidad Popular y la Plaza de la Iglesia, donde continuará el
espectáculo.
·
La iniciativa responde a una idea de la A.F. Maxorata, cuyo proyecto fue incluido
en la última convocatoria de subvenciones de la Concejalía de Cultura a
proyectos culturales.
El Ayuntamiento de Puerto del Rosario, a través de su Concejalía de Cultura, que dirige Alejo Soler, presentó este lunes, 30 de octubre, a las 10:30h, en el Salón de Plenos municipal, el espectáculo “Noche de Finaos” que se celebrará en la Plaza de la Iglesia de Ntra. Sra. Del Rosario, la noche de este martes, 31 de octubre, víspera del Día de todos los Santos. El acto irá precedido de un pasacalles por la zona centro de la ciudad.
En el acto estaban presentes el Alcalde de Puerto del Rosario,
Nicolás Gutiérrez, el Concejal de Cultura capitalino, Alejo Soler, y el
representante de la Agrupación Folclórica Maxorata, encargada de dinamizar esta
actividad, Germán Montelongo.
La recuperación de esta tradición que combina aspectos religiosos
y paganos en unos momentos de gran influencia de otras tendencias foráneas, y
que además sirva como nexo de unión entre los grupos folclóricos y de música
popular existentes en el municipio, es uno de los objetivos compartidos por la
organización.
En Canarias, la tradición para estas fechas era la celebración de
la fiesta de difuntos o finaos. Una tradición que había quedado olvidada pero hoy
recuperada en muchos municipios de las islas. “Finao” hace referencia o
significa “persona muerta” o “difunto”. La celebración de los finaos era
principalmente familiar y se celebraba el 2 de noviembre. La víspera la mujer
de mayor edad del grupo familiar recordaba a sus muertos, contando anécdotas de
los finaos de la familia. Mientras tanto se compartía una merienda a base de
nueces, castañas y almendras, acompañadas de vino dulce, anís y ron miel.
Una vez recordados los difuntos, se salía a la calle y la
celebración era cosa de la comunidad, con cantos que rondaban por las casas del
pueblo, normalmente al son de las malagueñas. Familiares, amigos y vecinos a
modo de convivencia en una noche muy peculiar. Los Ranchos de ánimas iban por
las casas tocando y con el dinero recaudado, encargaban las misas para los
difuntos. La chiquillería, talega en mano, pasaba por las calles pidiendo por
los Santos. Tocaban en las puertas y preguntaban si habían santos, si la
respuesta era que sí, la dueña de la vivienda depositaba en la talega
almendras, nueces, porretas, higos pasados, castañas…
La A.F. Maxorata impulsa este proyecto en colaboración con la
Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Puerto del Rosario.