Hoy, ni el Cabildo ni el Gobierno de Canarias se han preocupado de que Fuerteventura disponga de una herramienta estratégica, como es el Plan Energético, que garantice el suministro eléctrico a una sociedad que aspira a disfrutar de unas cotas de bienestar acordes con los tiempos que vivimos. Sin energía no hay desarrollo social ni económico.
El riesgo de colapso se ha salvado momentáneamente, no por la acción de la Administración, sino por los efectos colaterales de la crisis económica, que ha hecho descender la demanda a cifras de hace cuatro o cinco años con caídas del consumo en torno al 9%. Y lo mismo puede decirse a cuenta de los 30 megawatios de potencia eólica asignados a Fuerteventura, inversión que no puede ejecutarse por las desavenencias entre el Cabildo y el Gobierno de Canarias.
Semejante irresponsabilidad priva a Fuerteventura de un Plan Energético que calibre las necesidades de la Isla y aporte las soluciones previstas en el Plan energético de Canarias (PECAN), con más de cinco años de retraso. Desde el PSOE hemos venido denunciando la cobardía política del Cabildo y la negligencia del Gobierno de Canarias, que no han sido capaces de aportar soluciones y atender a la demanda eléctrica de la población de la Isla. “Nos reafirmamos en que, ante la caótica situación energética, la solución más recomendable y la más rápida para responder adecuadamente a la demanda energética de Fuerteventura pasa por la potenciación de las energías limpias”, establece Juan Jiménez, Secretario de Organización de los socialistas majoreros. A pesar de que Fuerteventura tiene un potencial eólico y fotovoltaico suficiente para que, a largo plazo, no hiciera falta ninguna central termoeléctrica, decenas de empresas dispuestas a invertir en energías limpias en Fuerteventura han sido totalmente ignoradas por el Cabildo.
Por todo ello, el PSOE continúa planteando la necesidad urgente de la salida de la central de Las Salinas del barrio de El Charco de Puerto del Rosario. Además, tenemos que reincidir en la declaración de interés social de tres zonas amplias de Fuerteventura (norte, centro y sur), así como la suspensión de planeamiento (artículo 47 de la Ley del suelo), que permita la urgente reclasificación del suelo para la instalación de parques eólicos y huertas solares en la Isla.
Ante esta grave situación, el PSOE de Fuerteventura reclama que se cumplan sin más excusas las previsiones del Plan Energético de Canarias (PECAN, 2007). Igualmente, exigimos que se elabore la Ley de Energía de Canarias, que se cree la Agencia Canaria de la Energía, que se impulse definitivamente el Plan Territorial de Infraestructuras Energéticas, y que se establezcan medidas auxiliares de generación portátil para situaciones de emergencia.
Los socialistas majoreros abogamos por implantar, definitivamente, un sistema integral y común de la energía, que nos fortalezca económicamente. Así, “con el aumento de las interconexiones energéticas, tendremos más competencia, mejoraremos la seguridad del suministro y se favorecerá el desarrollo de las energías renovables. Fuerteventura no ganará la verdadera autonomía y la ansiada competencia económica mientras no se afronte decididamente la interconexión energética”, establece Juan Jiménez.
Por todo ello, “los socialistas majoreros queremos que Fuerteventura se instale en una carrera decidida por las energías renovables, por una economía y una sociedad que nos aleje de la energía del carbono y abra la expectativa de unos recursos de producción energética más segura, más limpia y sostenible”, concluye Jiménez, que añade que “necesitamos un modelo energético basado en la idea de desarrollo sostenible, que cubra las necesidades del presente sin comprometer las posibilidades de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades. Queremos que Fuerteventura sea un modelo líder en energías renovables y que se convierta en un ejemplo sobre la viabilidad económica a la que aspiramos”.
El riesgo de colapso se ha salvado momentáneamente, no por la acción de la Administración, sino por los efectos colaterales de la crisis económica, que ha hecho descender la demanda a cifras de hace cuatro o cinco años con caídas del consumo en torno al 9%. Y lo mismo puede decirse a cuenta de los 30 megawatios de potencia eólica asignados a Fuerteventura, inversión que no puede ejecutarse por las desavenencias entre el Cabildo y el Gobierno de Canarias.
Semejante irresponsabilidad priva a Fuerteventura de un Plan Energético que calibre las necesidades de la Isla y aporte las soluciones previstas en el Plan energético de Canarias (PECAN), con más de cinco años de retraso. Desde el PSOE hemos venido denunciando la cobardía política del Cabildo y la negligencia del Gobierno de Canarias, que no han sido capaces de aportar soluciones y atender a la demanda eléctrica de la población de la Isla. “Nos reafirmamos en que, ante la caótica situación energética, la solución más recomendable y la más rápida para responder adecuadamente a la demanda energética de Fuerteventura pasa por la potenciación de las energías limpias”, establece Juan Jiménez, Secretario de Organización de los socialistas majoreros. A pesar de que Fuerteventura tiene un potencial eólico y fotovoltaico suficiente para que, a largo plazo, no hiciera falta ninguna central termoeléctrica, decenas de empresas dispuestas a invertir en energías limpias en Fuerteventura han sido totalmente ignoradas por el Cabildo.
Por todo ello, el PSOE continúa planteando la necesidad urgente de la salida de la central de Las Salinas del barrio de El Charco de Puerto del Rosario. Además, tenemos que reincidir en la declaración de interés social de tres zonas amplias de Fuerteventura (norte, centro y sur), así como la suspensión de planeamiento (artículo 47 de la Ley del suelo), que permita la urgente reclasificación del suelo para la instalación de parques eólicos y huertas solares en la Isla.
Ante esta grave situación, el PSOE de Fuerteventura reclama que se cumplan sin más excusas las previsiones del Plan Energético de Canarias (PECAN, 2007). Igualmente, exigimos que se elabore la Ley de Energía de Canarias, que se cree la Agencia Canaria de la Energía, que se impulse definitivamente el Plan Territorial de Infraestructuras Energéticas, y que se establezcan medidas auxiliares de generación portátil para situaciones de emergencia.
Los socialistas majoreros abogamos por implantar, definitivamente, un sistema integral y común de la energía, que nos fortalezca económicamente. Así, “con el aumento de las interconexiones energéticas, tendremos más competencia, mejoraremos la seguridad del suministro y se favorecerá el desarrollo de las energías renovables. Fuerteventura no ganará la verdadera autonomía y la ansiada competencia económica mientras no se afronte decididamente la interconexión energética”, establece Juan Jiménez.
Por todo ello, “los socialistas majoreros queremos que Fuerteventura se instale en una carrera decidida por las energías renovables, por una economía y una sociedad que nos aleje de la energía del carbono y abra la expectativa de unos recursos de producción energética más segura, más limpia y sostenible”, concluye Jiménez, que añade que “necesitamos un modelo energético basado en la idea de desarrollo sostenible, que cubra las necesidades del presente sin comprometer las posibilidades de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades. Queremos que Fuerteventura sea un modelo líder en energías renovables y que se convierta en un ejemplo sobre la viabilidad económica a la que aspiramos”.