El Cabildo de Fuerteventura, del total de 848.000 euros que tenía previsto invertir en diferentes aspectos relacionados con la consolidación de la denominación para nuestra Isla de Reserva de la Biosfera, tan sólo ha ejecutado un 35'89% de dicho presupuesto.
Esta circunstancia "deja en evidencia la determinación del Cabildo por persistir en la lucha por tener una Isla mejor, más sostenible y más habitable, en definitiva, con mayor calidad de vida", según el Secretario de Organización de los socialistas majoreros, Juan Jiménez.
Esta dejadez se percibe, sin duda, en el hecho de que el Cabildo no ha invertido ni un euro -de los 300.000 que había consignado- en el mantenimiento y conservación de áreas naturales, "que deberían ser, al fin y al cabo, los objetos de las actuaciones directas del Cabildo, que está así poniendo en riesgo que podamos conservar la condición de Reserva de la Biosfera", establece Jiménez.
Hay que tener en cuenta que dicho privilegio se sustentó, entre otras funciones fundamentales, en la de la conservación, con el claro objetivo de contribuir a la preservación de los paisajes de Fuerteventura, sus ecosistemas, las especies y la variación genética, razón por la cual "se exigía un esfuerzo inversor -por parte del Comité MaB de la Unesco- que no existe", matiza Jiménez.
De esta manera, el discurso sobre las bondades de la Reserva de la Biosfera no se corresponde con el esfuerzo inversor por parte del Cabildo "en este motivo de orgullo majorero, que se queda en buenas intenciones y, sobre todo, en un claro afán publicitario", apostilla Juan Jiménez, con lo que, de seguir así, tener esa consideración oficial puede quedarse en una mera etiqueta.