Si bien la iglesia ha tratado de hacer que estas fechas coincidan con todos los Santos éstas tienen orígenes paganos
Por Isaac Bigio
De todas las 52 semanas que tiene cada año posiblemente ésta sea la que tiene más celebraciones tenebrosas.
El
martes 31 de octubre ésta arranca con la noche de las brujas, luego el
miércoles 1 y jueves 2 hay numerosas conmemoraciones al día de los
muertos y el fin de semana en miles de parques ingleses se lanzan fuegos
artificiales para festejar el aborto del complot del 5 de noviembre de
1605 que quiso restaurar la monarquía católica y a cuyos perpetradores
se les castigó arrastrándolos, ahorcándolos pero dejándolos con vida
mientras se les mataba gradualmente despellejándolos, mutilándolos y
descuartizándolos, para luego ser exhibido en plazas.
En todas
estas fiestas acuden masivamente los niños y las familias quienes en
Halloween de disfrazan de vampiros y monstruos y en el día de los
muertos festejan a éstos (sirviéndoles comida o haciendo calaveras como
en México).
Si bien la iglesia ha tratado de hacer que estas fechas coincidan con Todos los Santos éstas tienen orígenes paganos.
En
Europa habían muchos ritos en las noches que van entre el fin de
octubre y el inicio de noviembre en los cuales se celebraba el fin del
medio año agrícola de sol y calor para dar inicio al otro semestre de
frio y oscuridad. Los antiguos británicos y otros pueblos celtas
celebraban el Samhain prendiendo hogueras y haciendo sacrificios.
En
Mesoamérica los aztecas, mayas y otros pueblos pre-colombinos tenían
una visión diferente de la muerte, la cual no se basaba en el cielo y en
el infierno sino en varios niveles de vida después de la vida
dependiendo de las circunstancias en que se hubiese fallecido.
Los
europeos se valieron del rechazo a los sacrificios humanos hechos en
las cimas de las pirámides mexicanas para justificar su conquista,
aunque en esos mismos tiempos en su continente era usual ver formas de
asesinato públicos más sádicas (como la que vimos arriba y que se
produjo 8 décadas después de la caída azteca) y su incursión en América
condujo al exterminio de un 90% de los 100 a 150 millones de indígenas.
Si
hoy en Halloween se reivindica a las brujas, éstas antes eran
masacradas. En el llamado holocausto femenino se perseguían a las
mujeres independientes que vivían sin marido calumniándolas como brujas a
fin de fortalecer una sociedad machista donde las damas debían
circunscribirse a ser cuidadoras de hogares.
Hoy, cuando acaba
de nacer el humano número 7,000 millones nuestra sociedad global se
precia de avanzar en el respeto de los derechos humanos y de reducir el
culto a la muerte a celebraciones familiares.
Sin embargo, lo
macabro es parte del día al día de nuestra civilización. En esta semana
mucho se verá en la web las imágenes de un dictador cuando era golpeado,
violado y ejecutado extrajudicialmente hasta ser exhibido a turistas en
un congelador, mientras que se seguirán creando nuevas armas que puedan
matar millones en un solo tiro y se preparan nuevas guerras ‘por la
democracia’.