Usuarios de renovables se disparan en Canarias

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La comercializadora de energías renovables Unieléctrica, que ya superó las mejores previsiones en el 2016 a nivel nacional, colocándose entre las 10 primeras con más contratos del tipo 3.0 (los más usados por pymes y autónomos en sus negocios), se ha visto sorprendida también por el interés de residentes y pequeños empresarios de Canarias en trabajar con esta firma, que sirve exclusivamente energía proveniente de fuentes renovables.

Así, en poco más de un año desde que la comercializadora entró en las Islas, el número de clientes ha superado ya de largo el millar, con 1.070 contratos en la provincia de Las Palmas y 224 en la de Santa Cruz de Tenerife, lo que supone un sorprendente 3,14% de la cartera de clientes de la empresa con datos de principios de junio. Más aún, llama la atención la enorme cantidad de establecimientos y negocios que, en relación a tan poco tiempo, han optado por pasarse a Unieléctrica y usar exclusivamente energías renovables a la vez que ahorran dinero (en ocasiones, hasta un 30% respecto a facturas anteriores), con la existencia de 223 contratos del tipo 3.0, el más usado por las pymes y autónomos.

“Es una muestra del interés que existe en Canarias por las energías renovables y, también, de cómo los consumidores están cada vez más concienciados e informados sobre la necesidad de ahorrar y las posibilidades que existen para reducir sus facturas eléctricas. Y no solo con nuestra firma, se trata de un cambio generalizado que se aprecia en el mercado”, explica Diego Montes, director gerente de Unieléctrica.

Unieléctrica, que ya contaba a principios de junio con 31.000 clientes en toda España (más de 50.000 si se incluye al resto del grupo), facturó en el 2016 más de 150 millones de euros a pesar de que levantó su persiana hace poco más de cuatro años y es una de las tres decenas de comercializadoras certificadas como verdes por la CNMC. Ello permite también a los establecimientos a los que surte que puedan distinguirse del resto del resto con una mejor imagen social y ambiental, además de quedar posicionados con ventaja en diferentes procesos (concursos, negociaciones directas, etcétera) con las administraciones, recuerda Diego Montes.