Viernes 11 Enero se inaugura en Fuerteventura exposición 'mujeres de tierra y sal', en la casa de los coroneles

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La Casa de los Coroneles, ubicada en La Oliva (Fuerteventura) acoge la exposición ‘Mujeres de tierra y sal’, que se inaugura el viernes 11 de enero y podrá visitarse hasta el 9 de marzo. Organizada por el Gobierno de Canarias, que gestiona este espacio expositivo, es un proyecto de la Asociación Cultural Raíz del Pueblo con la colaboración de los ayuntamientos de La Oliva y Puerto del Rosario, así como del Cabildo de Fuerteventura.


La exposición está dedicada a las mujeres que han trabajado en el campo, tanto en labranza como en el cuidado de animales, caladoras, cesteras… En definitiva, sobre la vida de la mujer majorera trabajadora de principios del siglo XX.


Este recorrido por una parte de la historia de Fuerteventura se realiza a través de paneles informativos, reproducciones fotográficas de imágenes cedidas por particulares e instituciones como la Asociación Cultural Raíz del Pueblo, el Fondo Fotográfico Insular y el Archivo del Ayuntamiento de La Oliva. Además, a través de cinco vídeos conoceremos a mujeres a mujeres que trabajaron en aquella época y que todavía viven.

Habrá también elementos correspondientes al trabajo artesanal como un telar, máquina de coser, cestas, trillo, esteras, sombreros, molino de mano, así como vestimenta tradicional femenina, utensilios de medida como puede ser una balanza, medidas de grano, etc.

‘Mujeres de tierra y sal’ es una recreación de la memoria colectiva de las mujeres de la isla y un pretexto para que aprendamos de lo aprendido.


Una palabra, una mirada, un gesto, así, de manera individual, quizá no puedan por si solos transmitirnos la riqueza de las experiencias vitales que compartimos como seres humanos. Sin embargo, cuando los ponemos en relación, entre sí y con otros, la palabra se convierte en verso, la mirada en visiones y los gestos en maneras de estar en el mundo.

Así pues, la exposición quiere transmitir las experiencias de vida que compartieron el común de las mujeres de Fuerteventura, trabajando la tierra de sol a sol, recolectando granos, recorriendo la orilla para obtener marisco, sal y carnada, preparando el pescado, el queso o los calados para su venta. Mujeres que recogían cochinilla, orchilla y tomates que se embarcaban para lugares lejanos.

Y mientras tanto, cuidaban de los suyos, de la comunidad. Sanadoras del cuerpo y del alma mediante la utilización de hierbas e infusiones, “agüitas”, santiguados, remedios diversos y rituales de sanación. Mujeres que traían la vida al mundo y despedían la muerte, siempre acompañando.