La comercializadora Atlántico Promociones cumple dos años en el vivero de empresas
Puerto
del Rosario, 18 de junio de 2018. La falta de cultura financiera y el
gran desconocimiento de la población a la hora de hipotecarse para
adquirir una vivienda, así como el trato a veces poco profesional
ofrecido a los propietarios, empujaron a David Fontanilla y a Gustavo
San Gil a poner en marcha una comercializadora de inmuebles. Atlántico
Promociones inició esta andadura hace dos años, en el vivero empresarial
de la Cámara de Comercio de Fuerteventura, con el objetivo de ofrecer
al cliente asesoramiento profesional, transparencia y garantía a la hora
de comprar y/o financiar un inmueble. No es una inmobiliaria al uso,
puntualiza Fontanilla, sino que “acompañamos y asesoramos al cliente en
todo el proceso de adquisición del activo”.
El
director comercial explica que, después de la crisis, el sector
inmobiliario sufrió una gran transformación debido, principalmente, a la
introducción de nuevos agentes como detentadores de inmuebles, de forma
especial las entidades bancarias y los fondos de inversión que
gestionan la venta de los activos bancarios a través de empresas
comercializadoras como Atlántico Promociones. Ahora el mercado, asegura,
es “muy complejo” y por eso, insiste, “es muy importante la
profesionalización tanto en el trato con la propiedad como en la
atención y asesoramiento al comprador final. En la actualidad, las
operaciones no reportan los márgenes de antes, situándose en torno al
3% y que se reparten normalmente a partes iguales, con los posibles
colaboradores. La clave, apunta, es la capacidad de gestión para ser
eficiente.
Atlántico
Promociones se distingue del resto de agencias en que su propuesta de
valor es la especialización en todos los procesos de comercialización de
un inmueble. Sus promotores han aunado, en esta línea de negocio, la
vasta experiencia de Fontanilla en el ámbito de la administración de
fincas y asesoramiento inmobiliario y fiscal, con el amplio recorrido
de San Gil en el sector de la banca. Captan el activo, procedente de
bancos, promotores y particulares, lo gestionan de forma exclusiva
garantizando un trato profesional y lo comercializan a través de
portales inmobiliarios on line, así como con empresas colaboradoras,
consiguiendo una difusión masiva.
En
este punto, el vivero les ofrece la posibilidad de hacer net-working o
colaboraciones con otros viveristas que ayudan a mejorar los resultados
empresariales. Además, les permite contar con oficina y salas de
reuniones en un espacio ubicado en el corazón del la ciudad capitalina.
Unas ventajas “que nos han venido muy bien porque nosotros no tenemos
oficina a pie de calle pero sí la necesidad de tener reuniones con
clientes que solemos celebrar en las salas de aquí”.
El
aspecto económico es otro de los valores a tener en cuenta a la hora de
apostar por el vivero empresarial ya que permite generar nuevas líneas
de negocio “con un coste muy reducido”, destaca Fontanilla . Por eso,
concluye, “el balance de la experiencia es muy positiva, cuando
acabemos nuestra estancia aquí ya habremos echado raíces para seguir con
la actividad”.